Los acampes y protestas estudiantiles contra el genocidio en Gaza se están expandiendo por el mundo, a pesar de la represión de muchos gobiernos que son cómplices del Estado israelí. El corazón de este proceso está en los Estados Unidos, donde en decenas de casas de estudios se reclama que las universidades desinviertan en compañías que hacen negocios con Tel Aviv.

En las últimas 48 horas, el gobierno de Joe Biden y las autoridades universitarias montaron una avanzada represiva contra los principales campamentos. En la Universidad de Columbia, Nueva York, se procedió a un violento desalojo del Hamilton Hall, edificio que había sido tomado y rebautizado con el nombre de una niña palestina de seis años (Hind Rajab) que murió por los ataques israelíes. Casi 300 alumnos fueron arrestados durante el desalojo; muchos debieron ser hospitalizados y algunos recibieron patadas en la cara por parte de los oficiales. Los efectivos se mantendrán en el campus, según algunas versiones, hasta el 17 de mayo. En la Ucla, emplazada en Los Angeles, una patota sionista atacó el acampe propalestino en la madrugada del miércoles, ante la inacción policial. A la noche siguiente, la policía misma desalojó a los 400 estudiantes.

La Casa Blanca volvió a reivindicar la represión contra los estudiantes, acusándolos de violentos. Y Donald Trump los tildó de “lunáticos”, celebrando también el desalojo. Por un momento, para apoyar el sionismo y la represión contra la causa palestina, se cerró la grieta entre los dos contrincantes en la carrera presidencial. El alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, al mejor estilo Patricia Bullrich, está reclamando que la Universidad de Columbia solvente los gastos del desalojo. Otros campamentos también fueron desmantelados. Las autoridades, en paralelo, avanzan con suspensiones y otras sanciones.

Hasta el momento, los acampes, tomas y protestas estudiantiles envolvieron a Venezuela, Costa Rica, México, Estados Unidos, Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Estado Español, Túnez (donde se convocó a una huelga estudiantil de cinco días), Líbano, Cisjordania, Irak, Kuwait, India, Japón y Australia.

Viva la lucha estudiantil. Abajo la represión y las sanciones. No al genocidio del pueblo palestino.