El cumpleaños de Nelson Mandela

Nelson Mandela, el ex presidente sudafricano, celebró sus 90 años en Londres. Fue una fiesta en la cual “superestrellas globales” – como Bill Clinton, Robert de Niro, o millonarios menos conocidos pero mucho más ricos-  pagaron grandes cantidades de dinero para asistir. Elton John le cantó el “feliz cumpleaños” y recibió el saludo de la reina de Inglaterra, a la cual Mandela, él solo, la llama por su nombre de pila.

Hubo un mega-concierto en un gran parque londinense. Fue la semana en la que Gran Bretaña “deificó” a Mandela.

Según el diario español El País (29/6), la magnitud de la celebración se debe a que Mandela no sólo “sedujo” a la población negra de su país sino también “acabó conquistando a la población blanca que durante décadas lo había considerado un peligroso terrorista”. Según se ve, Mandela también “conquistó” a los británicos y a los norteamericanos.

Claro que el “corazón” de esta gente no se ablanda fácilmente. Le agradecen a Mandela que, finalizado el régimen del apartheid, el gobierno de mayoría negra no tocara ninguna de las bases sociales de la dominación blanca en Sudáfrica: ni la propiedad de las minas, ni de las grandes empresas ni de los bancos ni de la tierra. Desde el punto de vista social, la única novedad es el surgimiento de una “clase media negra” asimilada, por sus privilegios, a los explotadores blancos.

Por sobre todo, lo que “Elizabeth” y Clinton le agradecen a Mandela es que se las ingeniara para impedir que el levantamiento de las mayorías oprimidas negras contra el régimen del apartheid se convirtiera en una revolución social.

Las mayorías negras de Sudáfrica, que siguen viviendo en la opresión y en la miseria, mientras el sida diezma a la población más empobrecida, no fueron invitadas al cumpleaños de Mandela.