El desastre ferroviario en Grecia

La responsabilidad de los gobiernos y los capitalistas.

Chocaron dos trenes

Grecia se encuentra conmocionada ante la mayor catástrofe ferroviaria de su historia. El choque este martes 28 entre dos trenes que circulaban por la línea que une las dos ciudades principales del país, Atenas y Tesalónica, dejó al menos 57 muertos, muchos de ellos estudiantes que viajaban desde la capital a su ciudad de origen.

El primer ministro Kyriakos Mitsotakis, de la derechista Nueva Democracia, se apresuró a atribuir el hecho a “un trágico error humano”, pero la rápida respuesta de los trabajadores ferroviarios y del movimiento estudiantil en las calles puso de relieve ante el mundo que la responsabilidad recae en los gobiernos que destruyeron el sistema ferroviario en las últimas décadas.

La Federación Panhelénica de Ferrocarriles, que realizó 48 horas de paro este jueves 2 y viernes 3, denunció en un comunicado la “falta de respeto que han demostrado los gobiernos al sector a lo largo de los años”.

La vía férrea del accidente se encuentra administrada por Hellenic Train, una compañía que pertenece a un grupo italiano. Tras un proceso iniciado en 2010, fue finalmente privatizada en 2017, en el marco de las políticas de ajuste acordadas con la Troika (Comisión Europea, Banco Central Europeo, Fondo Monetario Internacional). La empresa fue rematada por apenas 45 millones de euros, cuando estaba en el poder la centroizquierdista Syriza.

Bajo la gestión del nuevo grupo empresario, continuó la misma política de abandono que condujo al servicio de ferrocarriles a recurrentes demoras, parada de formaciones, y reemplazo a último momento de trenes por ómnibus, debido a problemas técnicos.

En la estación de Larisa, cerca de la cual se produjo el choque fatal, no funcionaba -o ni siquiera tenía- el sistema electrónico que permite advertir por dónde está circulando cada formación. Los coches compartieron la misma vía a lo largo de varios kilómetros, hasta el luctuoso desenlace. Pese a ello, el gobierno busca transformar al jefe de la estación, quien se encuentra detenido y está acusado de negligencia, en el chivo expiatorio del desastre.

El movimiento estudiantil protagoniza airadas manifestaciones, en las principales ciudades, para denunciar este crimen de Estado. Además, se desató una ola de toma de colegios.

Los sucesivos gobiernos del Pasok, Syriza y Nueva Democracia, y la Troika, son responsables del vaciamiento del sistema ferroviario que condujo a esta catástrofe, que a los argentinos nos trae a la memoria el choque en la estación de Once, en 2012.

Que viva la lucha de la juventud y los trabajadores griegos contra el sistema que propició este nuevo desastre.

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