Internacionales

31/12/2020

CRIMEN DE ESTADO

El Estado paraguayo se ensaña con la familia Villalba

Denuncian que las FTC habrían secuestrado a otra de las niñas Villalba, y mantienen incomunicada a la madre de una de las niñas ejecutadas.

El pasado 25 de diciembre se conocía la noticia de que Laura Mariana Ayala Villalba había sido detenida por la Policía Nacional en Amambay, norte del Paraguay. Laura Villaba es madre de María Carmen Villalba, una de las niñas asesinadas por las Fuerzas de Tarea Conjunta, el 2 de septiembre de este año, en un operativo que el propio presidente Mario Abdo Benítez presentó como “exitosa”, a pesar de saber que las abatidas se trataban de dos niñas de 11 años.

Laura había cruzado a Paraguay en diciembre de 2019 con María Carmen Villalba y Carmen Elizabeth Oviedo Villalba: las niñas anhelaban conocer a sus papás, integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). Las tres residían en la localidad misionera de Puerto Rico (Argentina) y llevaban una vida normal a la vista de cualquier vecino: las niñas iban a la escuela y Laura estudiaba enfermería en Misiones. Una vez en Paraguay se quedaron varadas por la pandemia del Covid-19.

Como ya hemos denunciado, el Estado paraguayo violó normas y protocolos internacionales al abrir fuego contra las niñas, mintió por los medios nacionales, borró las pruebas, no permitió que la familia forme parte de la autopsia ni de los procesos de investigación, montó una escena y no ha avanzado un sólo paso en la investigación de lo ocurrido con la ejecución de las niñas, para determinar quiénes fueron los responsables y en qué circunstancias fueron abatidas. Por el contrario, sí ha avanzado en criminalizar y denunciar a la familia, acusando a estas mujeres de “reclutar” niños para el EPP, o de sostener una “guardería de guerrilleros”.

Pero las desgracias no terminan para la familia Villalba, el poder de todo un Estado las persigue. En el momento de ser detenida, Laura se encontraba buscando a Carmen Elizabeth de 13 años, con quien no tenía contacto desde el 30 de noviembre y al día de hoy continúa desaparecida, según la denuncia de la abogada de la familia Daysi Irala: “Lo concreto es que la niña de 13 años está con paradero desconocido, está desaparecida y existe una alta probabilidad de que la niña esté en manos de la FTC (Fuerza de Tarea Conjunta)”. En su denuncia dice que los pobladores de la zona manifestaron que la niña fue llevada por militares. Estaríamos ante otro grave crimen de Estado, de desaparición forzada.

Además, Myriam Villalba, mamá de Lilian Mariana, denunció que Laura se encuentra incomunicada y detenida de manera totalmente irregular en un cuartel militar de Viñas Kue, y estaría siendo torturada para declarar que forma parte de la organización guerrillera. Carmen Elizabeth y Laura son testigos de la captura de las niñas en Yby Yau el 2 de septiembre, el apresamiento de una y la desaparición de la otra podría ser otro intento de borrar evidencias.

Las niñas Lilian Mariana y Maria Carmen eran Argentinas y vivían en Misiones. El Estado paraguayo pone en duda la nacionalidad y la filiación de la niñas para zafar del conflicto internacional. La Cancillería Argentina se limitó a algunos comunicados y gestiones simbólicas, pero aún no se ha resuelto el pedido de refugio para las mujeres que quedaron residiendo aquí, cuando es evidente e inminente un pedido de captura o extradición para las mujeres que viven y trabajan todos los días cuidando de los niños Villalba, en una modesta chacrita en Puerto Rico. Sin estas mujeres estos niños y niñas quedarían a la deriva.

El Estado provincial tampoco se hizo ver demasiado para proteger a la familia perseguida. Exigimos al Estado paraguayo la inmediata aparición con vida de Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, la libertad a Laura Mariana Ayala Villalba. Exigimos al gobierno argentino el refugio político para la familia Villalba, la denuncia que corresponde al Estado paraguayo por semejante crimen de Estado y la investigación independiente de los hechos sucedidos, con la consecuente condena de los culpables.