Internacionales

24/10/2025

El fin del paro en Ecuador y la estrategia de la Conaie

Quedó en pie el decreto que elimina el subsidio al diesel

La represión del gobierno dejo tres muertos

Tras un mes de paro nacional contra la eliminación del subsidio al diesel, el presidente de la la Conaie (Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador), Marlon Vargas, anunció este 22 de octubre en una conferencia de prensa el fin de la medida de fuerza, pese a que el decreto del gobierno de Daniel Noboa quedó en pie.

Unas horas antes del anuncio de Vargas, Noboa había amenazado con una nueva intervención del ejército para desalojar los cortes de ruta aún activos. Miles de efectivos de las fuerzas armadas fueron desplegados a lo largo del paro contra los bloqueos indígenas, a la par que el presidente se paseaba provocadoramente por los principales focos de conflicto en convoys militarizados. La represión dejó tres muertos. Además, como parte de la estrategia contra el paro, se congelaron cuentas bancarias de la central indígena y fueron censurados medios comunitarios.

El paro y los bloqueos tuvieron su mayor alcance en provincias serranas como Imbabura y Pichincha, aunque también hubo cortes en las provincias amazónicas. Pero, a diferencia de los levantamientos de 2019 y 2022, que obligaron a los gobiernos de Lenin Moreno y Guillermo Lasso a retroceder en su intento de eliminar el subsidio a los combustibles, esta vez los indígenas no coparon Quito, la capital. En esta ciudad, igual que en Guayaquil, solo hubo algunas movilizaciones de apoyo. Puede decirse, entonces, que el paro tuvo un alcance nacional, pero no logró la profundidad de las rebeliones populares anteriores.

La Conaie

Para entender por qué Noboa pudo imponer su decreto, no basta con la militarización desplegada por el gobierno. El desenlace negativo corona una larga etapa de debilitamiento de la Conaie y de su brazo político, Pachakutik, que han quedado entrampados en las disputas de los partidos patronales.

En la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2025, el candidato de Pachakutik, Leónidas Iza (también entonces titular de la Conaie) obtuvo un 5,25 por ciento de los votos, un registro que estaba muy por debajo del histórico 19 por ciento que Pachakutik había logrado en 2021, poco después del levantamiento contra el gobierno de Lenin Moreno. Ante el ballotage, la Conaie (con el aval de 19 provincias, sobre 24) resolvió un apoyo a Luisa González, la candidata del correísmo, aunque algunos referentes se inclinaron por el derechista Noboa, actual mandatario. Estas disputas se reprodujeron, aunque no de manera tan lineal, en el último congreso de la Conaie, en julio de 2025.

Sin embargo, los problemas vienen de más lejos. En los comicios de 2021, Pachakutik obtuvo 26 diputados, pero ese bloque enseguida entró en crisis, ya que un ala desarrolló un planteo de cooperación con el flamante gobierno del banquero Guillermo Lasso. La colaboración llegó a tal punto que la diputada Guadalupe Llori fue electa titular de la Asamblea Nacional, con el voto de Creo (partido de Lasso) y los socialcristianos. Otro sector de Pachakutik, que incluía a Iza, acusó a estos legisladores de alinearse con la derecha. Ya en el año 2017, aunque oficialmente Pachakutik y la Conaie no apoyaron a ningún candidato, algunos referentes regionales habían llamado a votar por Lasso, como una manera de enfrentar al correísmo.

La cuña que el gobierno de Lasso logró meter en Pachakutik fue fatal para este espacio político. En las elecciones de 2023, las grandes divisiones impidieron la presentación de un candidato común. Se presentó Yaku Pérez, pero por fuera de esa estructura (y solo logró el 4 por ciento).

En los comicios presidenciales de 2025, la candidatura de Iza logró poco más del 5 por ciento, y nueve legisladores. Pero, otra vez, la política patronal metió la cola. Seis de esos nueve legisladores fueron expulsados después de votar nada menos que la Ley de Solidaridad Nacional de Noboa, que fortalece a las fuerzas represivas, como parte de su plan de militarización.

En resumen, la Conaie llegó a esta nueva pulseada de la lucha de clases, dividida y debilitada, sin la fuerza que había logrado exhibir en los levantamientos de 2019 y 2022. Se vuelve decisiva, en este marco, la cuestión de una estrategia de independencia de todas las fuerzas políticas de la burguesía, y de un gobierno obrero, campesino e indígena.

Consulta popular

El gobierno de Noboa se anotó una victoria, pero aún debe pasar una prueba clave en la consulta popular de noviembre, en la que busca un aval para reimponer el ingreso de tropas yanquis al país. Un voto masivo por el No podría golpear su proyecto ajustador, proimperialista y represivo.