El Frente Amplio hace migas con la Embajada yanqui

En secreto, a espaldas de los trabajadores uruguayos, cuatro altos dirigentes del PIT-CNT se reunieron a principios de marzo con uno de los más altos funcionarios de la Embajada norteamericana en Montevideo. Estuvieron presentes los representantes sindicales del Partido Comunista, del Partido Socialista, del MPP y de la Alianza Progresista.


No es un hecho menor que la reunión, sigilosa, haya tenido lugar en el mismo momento en que el imperialismo norteamericano masacra al pueblo de Irak y ocupa militarmente la república de Haití. La reunión no puede ser calificada más que como una conspiración contra el pueblo uruguayo.


Por filtraciones de la prensa, se supo de la existencia de la reunión un mes después de realizada. Recién entonces el Ejecutivo del PIT-CNT “explicó” que los participantes habían sido “mandatados” por la dirección sindical para llevar adelante negociaciones secretas con la Embajada norteamericana. El voto unánime de la burocracia del PIT-CNT incluye también el del representante en la dirección sindical de la Corriente de Izquierda, Juan Carlos Venturini.


También la Mesa Política del Frente Amplio y cada uno de los partidos involucrados respaldaron en forma incondicional a los conspiradores. La Corriente de Izquierda se limitó a anunciar que “pedirá explicaciones” a Venturini. Pescados in fraganti, los conspiradores pretendieron que habían señalado al representante imperialista su oposición a la ocupación de Irak y “a las políticas desarrolladas desde los organismos multilaterales de crédito” (Brecha, 23/4). No tienen siquiera el sentido del ridículo.


Ni el PIT-CNT ni el FA desarrollan ninguna campaña contra la invasión imperialista a Irak. El Plenario Nacional del FA, realizado el 19 de abril, mientras los yanquis bombardeaban indiscriminadamente Fallujah, omitió cualquier referencia al tema. La omisión resalta cuando se leen las abundantes resoluciones aprobadas de “solidaridad internacional”.


La razón de la reunión con la Embajada es darle garantías políticas al imperialismo.


Un conjunto de organizaciones sindicales, entre ellas el sindicato del taxi y listas de oposición de bancarios, municipales de Montevideo, gráficos, y de la construcción, hicieron un acto de repudio a la reunión y al imperialismo.


La vanguardia obrera y sindical debe sacar todas las conclusiones: romper políticamente con el Frente Amplio y comenzar, desde ya, un reagrupamiento político independiente que lo enfrente en todos los terrenos.


Esta es la política que impulsan nuestros compañeros del Partido de los Trabajadores del Uruguay.