“El gobierno paraguayo está diciendo cualquier cosa para tapar sus atrocidades”

Miriam Villalba, mamá de una de las niñas ejecutadas por la Fuerza de Tarea Conjunta de Paraguay

Miriam Villalba es mamá de Lilian y tía de María del Carmen Villalba, las dos niñas argentinas de 11 años que fueron ejecutadas por la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) de Paraguay en Concepción, el miércoles pasado, en un operativo celebrado públicamente el presidente de ese país, Mario Abdo Benítez. El gobierno esgrime un enfrentamiento con el grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), una versión que se fue desmoronando con el correr de los días, cuando empezó a quedar claro que a las chicas las habían asesinado con varios disparos por la espalda (algunas versiones hablan de decenas de proyectiles).

“El gobierno paraguayo está diciendo cualquier cosa para tapar sus atrocidades. Las fuerzas policiales y militares que estuvieron en procedimiento, dispararon a mansalva viendo que eran dos criaturas, dos niñas de 11 años; no tuvieron ninguna piedad, eran dos niñas que trataban de huir”, señaló Miriam a Prensa Obrera.

Los cuerpos -que habían sido enterrados en una fosa común- fueron exhumados y en las últimas horas se supo que se procederá a su entierro en la zona de San Pedro. Mientras tanto, la familia ha iniciado los trámites de repatriación.

Miriam explica que las niñas viajaron a Paraguay con la intención de conocer a sus padres, integrantes del EPP. Debido al estallido de la pandemia de Covid-19, no pudieron regresar. Allí las sorprendió el operativo criminal de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), una fuerza creada en 2013 por el entonces presidente Horacio Cartes, que acumula varias denuncias por abusos contra familias campesinas y por ofrecer protección a hacendados a cambio de dinero (Resumen Latinoamericano, 10/4/16).

Miriam vive en Argentina hace aproximadamente diez años.

Además del crimen, la familia denuncia un intento estatal por simular un enfrentamiento y luego por borrar evidencias de los hechos. En este sentido, asegura que a las niñas se les plantó uniformes guerrilleros. Dichos uniformes, afirma Miriam, “estaban bien planchaditos y no tenían ni una gota de sangre”. Minutos antes de enterrar a las chicas en la fosa común, esa vestimenta habría sido incinerada por las fuerzas de seguridad.

Miriam vive en Argentina hace aproximadamente diez años. Junto a su madre y su hermana, se instaló en la localidad misionera de Puerto Rico, ubicada a la vera del Paraná, en la frontera con Paraguay. Debió huir ante las amenazas constantes.

Afirma que “no confiamos en el gobierno paraguayo ni en los médicos forenses de allá”.

El lunes, la familia brindará una conferencia de prensa por la mañana en la plaza 9 de Julio de Posadas. Reclaman una entrevista con el gobernador y el cónsul paraguayo y solicitan la protección jurídica de las criaturas que están a su cargo en Puerto Rico, además de la repatriación de los cuerpos de las niñas asesinadas.

Comienza la lucha por el esclarecimiento de los hechos y por justicia para Lilian y María del Carmen.