El imperialismo ‘cumple’ con la libertad de Pinochet

.

“La pregunta ya no es si Augusto Pinochet regresará a Chile, sino cuando lo hará, poniendo punto final a 15 meses de entuer­tos diplomáticos y batallas legales”, decía el 1/2 la corresponsal de La Nación en Gran Bretaña, “El retorno de Pinochet a Chile pa­rece ineludible”, anunció antes Le Monde (19/1). “Se lo ve partir”, se regodeaba el Fi­nancial Times (1/2). Es claro que el gobierno centroizquierdista inglés, detrás de los yankis y el Vaticano, hace rato que está empe­ñado en torcer el brazo del reclamo democrá­tico que permitió la detención del genocida.

 

Si los nacionalistas latinoamericanos es­grimieron a favor del chacal la defensa de la ‘soberanía, los ingleses no fueron menos cí­nicos; él “también tiene derechos humanos”, declaró el ministro Straw, tras dar por váli­dos exámenes que dictaminaron la súbita “demencia senil” de Pinochet. Hubo denun­cias, sin embargo, de la comunidad médica inglesa repudiando la falta de publicidad de ese informe y un ‘contra informe’ que delata­ba sus irregularidades, al tiempo que se di­vulgaba “que Pinochet fingió (la enferme­dad)” con “tres o cuatro píldoras para dormir ingeridas camino al hospital” (ídem, 20/1).

 

Antes Inglaterra había desmontado los reclamos de extradición desde Bélgica/ Francia y Suiza, e incluso España se había “negado a respaldar una eventual apelación” (ídem, 21/1); todos estos países se vie­ron obligados a reclamar la entrega’’ del in­forme médico ante los reclamos populares. Fue entonces, “ante la hipótesis de que la justicia (inglesa) ordenase (su) entrega” -lo que finalmente ocurrió-,’ que “los gobiernos de España y de Chile” prepararon un “golpe” {El País, 18/2). Bajo la presión del Vaticano, que exigió que se “acabe pronto ‘la odisea de Pinochet” (ídem), se montó una deliberada “filtración” (ídem) dando a conocer el infor­me ‘confidencial” no fue una operación im­provisada” (ídem). Ambos gobiernos conta­ban hace tiempo con el informe (ídem). Aun­que el pinochetismo se coloca ahora como ‘víctima, el objetivo de la filtración ha sido acelerar el retorno del chacal. Hace tiempo ya que el “ejército y la derecha (chilenas) aceptan la ‘humillación de que el veterano y orgulloso general sea liberado por compa­sión” (La Nación, 10/10/99),

 

Las expectativas en las instituciones ‘de­mocráticas’ del imperialismo no se han con­firmado. En Chile, lamentablemente, se ha llevado a los familiares de las víctimas de la dictadura a una “Mesa de Reparación Histó­rica” junto a las FF.AA.

 

Para el imperialismo inglés, campeón del belicismo y la barbarie durante la guerra- de Yugoslavia, el’ ‘caso Pinochet’ fue funcio­nal a sus fechorías y las de la Otan en los Balcanes. En otra, lo mismo vale pa­ra el ‘demócrata’ Garzón, un cruzado del combate contra el nacionalismo vasco y la ETA, en España y el mundo entero.