El IV Foro Social Europeo en Atenas


Durante una semana, del 4 al 7 de mayo, Atenas se convirtió en el centro de una intensa actividad política internacional como sede del IV Foro Social Europeo (FSE) y huésped del movimiento contra la globalización capitalista. Alrededor de 35.000 jóvenes y activistas (10.000 del exterior) participaron del IV FSE. La reunión culminó con una impactante manifestación de más de 70.000 compañeros contra la guerra imperialista en Medio Oriente, las amenazas de guerra contra Irán, la ocupación de Irak y Palestina, así como también contra el desempleo de masas y los problemas sociales exacerbados, tanto en Europa como internacionalmente.


 


Además del IV FSE, se realizaron foros paralelos y alternativos en la Universidad Panteion (por las organizaciones de la izquierda y movimientos sociales críticos por izquierda del FSE), y en la Universidad Politécnica (por las organizaciones anarquistas). Más de 4.000 compañeros asistieron al “Encuentro Antiimperialista” del Panteion; su objetivo era rechazar la perspectiva centroizquierdista de colaboración de clases de los organizadores del FSE, en particular de Synaspismos (ex eurostalinistas) y el Pasok (socialdemocracia).


 


Tanto las sesiones de los distintos foros como la manifestación de cierre reflejan un fuerte estado de ánimo popular antiimperialista y la creciente radicalización en nuestro país, después de dos huelgas generales y cuando estamos en la preparación de otra. La manifestación del 6 de mayo fue la mayor desde la huelga general de 2001 y las manifestaciones contra la guerra de febrero/marzo de 2003.


 


La crisis del FSE


 


Aparentemente hubo una mejora en la asistencia al FSE, respecto del realizado en 2004 en Londres, donde concurrieron entre 20 y 30.000 personas. Sin embargo, esto no ha revertido la tendencia declinante de la asistencia a estas actividades internacionales: 100.000 en Florencia (2002), 60.000 en París (2003), 20/30.000 en Londres (2004). A Atenas sólo llegaron 10.000 activistas del exterior; la mayoría de los participantes fueron griegos.


 


Detrás de las apariencias, las contradicciones políticas en el llamado “proceso del Foro Social” fueron ahora más agudas que hace dos años. La crisis del FSE se manifestó en el hecho de que, por primera vez en su historia, el llamamiento lanzado en Atenas no hace mención del momento o lugar en el que se reunirá la próxima edición del Foro. Las propuestas de Alemania y Austria de convertirse en sedes del V FSE fueron rechazadas por agudas divergencias políticas.


 


La ausencia de Fausto Bertinotti —cuya presencia fue muy publicitada por la LCR (sección francesa del Secretariado Unificado)— como presidente del “movimiento de los movimientos”, y ahora presidente del parlamento burgués italiano, como parte integral del gobierno proimperialista de centroizquierda de Prodi, fue emblemática. Bertinotti en Europa y Lula en América Latina fueron los pilares políticos de los foros sociales Europeo y Mundial, los líderes de los aparatos que querían controlar y manipular el movimiento contra la globalización capitalista a favor de sus políticas centroizquierdistas de colaboración con el FMI, la Unión Europea y el imperialismo.


 


En la medida en que los movimientos de masas están chocando contra estas agencias del gran capital, en América Latina y en Europa, la crisis en el FSE y en el Foro Social Mundial se exacerba, haciendo totalmente incierto su futuro.


 


La intervención del EEK, del Centro Balcánico “Christian Rakovsky” y de la CRCI


 


El EEK (Partido Revolucionario de los Trabajadores), sección griega de la CRCI, apoyada por los compañeros de Isci Mücadelesi (IM, Lucha Obrera, de Turquía) y de Progetto Comunista de Italia, así como también por compañeros y organizaciones pertenecientes al Centro Balcánico “Christian Rakovsky”, tuvo una gran intervención tanto en el IV FSE como en el “Encuentro antiimperialista” del Panteion.


 


Además de sus propios militantes y simpatizantes, junto al EEK se movilizaron decenas de compañeros provenientes de Turquía, Rumania, Rusia, Ucrania, Italia, Francia, Italia, los Estados Unidos, Sudáfrica y la India. Se destacaron los “Comunistas de Leningrado”, el EHP turco, y Kapetan Kemal, un histórico dirigente comunista turco que luchó durante la guerra civil griega por una Federación Socialista Balcánica a la cabeza de su “brigada partisana multiétnica”. En las actividades se vendieron los periódicos de las secciones de la CRCI presentes, así como también El Obrero Internacional.


 


En el FSE, los compañeros Savas Matsas (EEK) y Sungur Savran (IM) intervinieron en paneles sobre la crisis capitalista mundial, Rusia y las actuales luchas obreras y sindicales. Trazaron una clara demarcación entre las posiciones revolucionarias de la CRCI y el reformismo democratizante del FSE.


 


En el “Encuentro antiimperialista”, el EEK y el Centro “Christian Rakovsky” organizaron un número de actividades propias y participaron en las que se organizaron en común. El acto más importante del Centro “Christian Rakovsky” fue convocado bajo la consigna “Los pueblos de los Balcanes luchan por la unidad y el socialismo”. La sala asignada tenía 500 butacas, pero la convocatoria fue tal que muchos compañeros debieron quedarse parados (y aun fuera de la sala). Uno de los principales oradores fue Kapetan Kemal (un luchador activo a sus 93 años); en el acto intervinieron representantes de partidos y movimientos de Turquía, Rusia, Rumania y Grecia. Otras actividades organizadas por el EEK tuvieron una concurrencia promedio de 300 compañeros.


 


Una actividad muy importante fue la organizada con otras corrientes del “Encuentro antiimperialista” sobre “Europa después de la rebelión francesa y las elecciones italianas”. El principal orador fue Marco Ferrando, dirigente de Progetto Comunista, oposición de izquierda del Partido de la Refundación Comunista y sección italiana de la CRCI. Oradores del EEK, del “Christian Rakovsky” y de la CRCI intervinieron en 22 actividades organizadas por el “campo antiimperialista”.


 


También fue significativa la participación de nuestros compañeros en los eventos culturales del “Encuentro antiimperialista”, con conciertos de música e interpretaciones teatrales. Se destacó la representación de “El círculo de tiza caucasiano”, de Bertolt Brecht, adaptado a las actuales condiciones de los trabajadores y sus luchas en Estambul por los compañeros del EHP.


 


En la asamblea con que culminó el “Encuentro antiimperialista”, los compañeros Savas y Sungur presentaron las perspectivas y los principios básicos de nuestra lucha por refundar la IV Internacional.


 


El Centro Rakovsky, el EEK y las delegaciones de la CRCI marcharon con una columna de más de 300 compañeros en la manifestación de cierre del Foro. Sus banderas y pancartas tenían las siguientes consignas: “Revolución permanente contra la guerra imperialista permanente”, “Libertad a Irak y Palestina”, “Fuera las tropas imperialistas de Medio Oriente”, “Por el gobierno de los trabajadores, por la Unidad Socialista de los Balcanes y de Europa”, “Por la refundación de la IV Internacional”. Las consignas eran cantadas en griego y en turco, pero ocasionalmente también en italiano y en español (al pasar frente a la Embajada argentina), lo que provocó un verdadero impacto.


 


En condiciones en que maduran en Europa crisis revolucionarias, desde el Atlántico a los Urales, y que el volcán del Medio Oriente sigue en explosión, y el “proceso del Foro Social” reformista y centroizquierdista entra en crisis, la vanguardia revolucionaria agrupada en la CRCI ha dado un importante paso adelante.