El lanzamiento de misiles de Corea del Sur y Estados Unidos

Presencia imperialista y tensiones en el Pacífico.

EEUU y Corea del Sur lanzaron misiles al Mar de Japón

Corea del Sur y Estados Unidos lanzaron este lunes ocho misiles al mar de Japón, presentándolo como una respuesta al lanzamiento previo de misiles balísticos por parte de Corea del Norte. Lo cierto es que la acción de Pyongyang responde a su vez a los ejercicios militares conjuntos que Seúl y Washington realizaron en las últimas semanas y que se llevan a cabo anualmente, en las barbas mismas de su rival.

Como parte de esos ejercicios, Washington desplegó tres portaaviones en la región para hacer maniobras junto a buques surcoreanos, algo que no ocurría desde un pico de tensiones en 2017. Recordemos que la Casa Blanca tiene estacionados más de 28 mil soldados en la península, no solo por la disputa con Corea del Norte, sino principalmente con China.

La profundización de las tensiones es indisociable del escenario internacional. El presidente norteamericano Joe Biden ratificó su apoyo a Corea del Sur y Japón hace apenas dos semanas, durante su gira por Asia, y los encolumnó en su cruzada contra Rusia por la guerra en Ucrania. Al mismo tiempo, dijo que intervendría militarmente en apoyo a Taiwán en caso de una invasión china.

Desde 2019, las negociaciones entre Corea del Norte y Estados Unidos están estancadas, tras el fracaso de las conversaciones entre Donald Trump y Kim Jong-un. Aquellas tratativas exploraban una desnuclearización del norte, a cambio del relajamiento de sanciones económicas. Desde entonces, Pyongyang ha continuado el desarrollo de su programa armamentístico, estrenando este año su primer misil balístico de características intercontinentales.

También se estancaron las negociaciones entre las dos Coreas. En el sur, las elecciones de este año le dieron la victoria a Yoon Suk-yeol, del conservador PPP (Partido del Poder Popular), promotor de una línea dura hacia Pyongyang y de un vínculo más íntimo con Estados Unidos. Este alineamiento no solo es de tipo militar sino que va de la mano de una mayor asociación económica: desde la firma de un tratado de libre comercio en 2012, el volumen comercial entre las partes creció un 66% según la agencia de noticias oficial surcoreana Yonhap (3/6). Ha crecido tanto la inversión yanqui en la península como la inversión coreana en Norteamérica. Los “chaebols” Samsung y Hyundai anunciaron recientemente importantes inversiones en suelo estadounidense.

La situación económica no es provechosa ni en el sur ni en el norte. En mayo, la inflación surcoreana trepó a un 5,4% interanual, uno de los niveles más altos de los últimos 15 años, atizada por el aumento internacional de los combustibles y la energía. Esto ha llevado a transportistas y camioneros a anunciar un paro para el 7 de junio en reclamo de un aumento en el precio de los fletes. A su vez, una canasta de productos de primera necesidad -que incluye alimentos, vestido y vivienda- subió un 6,7% interanual en mayo, el mayor aumento desde julio de 2008 (ídem). Habrá que ver si esto tiene su traducción en luchas del movimiento obrero. En noviembre pasado, hubo un paro con movilización convocado por la Central de Sindicatos (KCTU, según sus siglas en inglés) contra la precarización laboral y los despidos. Se popularizó porque los obreros marcharon en Seúl vestidos como en la serie “El juego del calamar”.

Por su parte, los hogares surcoreanos tienen el mayor nivel de endeudamiento de unas 36 economías desarrolladas, según un estudio del Instituto de Finanzas Internacionales. Asciende al 104,3% de los ingresos (ídem, 6/6). El Banco Central viene instrumentando sucesivas alzas de la tasa de interés, con el propósito de contener la inflación, lo que puede agravar la situación de los deudores y llevar a quebrantos.

El pronóstico no es alentador, dado que el Banco Central estima una desaceleración económica, habiendo reducido recientemente su perspectiva de crecimiento para 2022 del 3 al 2,7% (ídem, 4/6). En 2021, durante el rebote posterior al comienzo de la pandemia, la economía había crecido un 4%.

En el norte, aunque no se dispone de mucha información, se sabe que la situación es directamente calamitosa, en parte como resultado del boicot imperialista (el régimen ha ido avanzando de todos modos en la apertura al capital extranjero, por ejemplo a través de la formación de zonas económicas especiales). Se suma ahora el estallido de un brote de Covid, del que el país había permanecido hasta ahora al margen. Se estima que hay 4 millones de casos.

La cuestión coreana es uno de los aspectos más sensibles de las tensiones en el Pacífico, involucrando también a China, que mantiene una compleja relación con el régimen de Kim. Es necesario impulsar la unión de los trabajadores de toda la península, como una fuerza política independiente del imperialismo y la burocracia norcoreana, en la perspectiva de una Corea unida y socialista.