El “modelo escandinavo”, en crisis

En forma sistemática, la izquierda democratizante y los demócratas en general reivindican el “modelo escandinavo”.


Pues bien, esta ilusión ha llegado a su fin. La Nación del 31/7 informa que “El Estado benefactor empezó a agotarse tras la grave crisis económica de 1990”, que los Estados nórdicos tienen un déficit fiscal que no para de crecer y que tienen enormes problemas para financiarlos. Además hay que decir que la productividad del trabajo y el consumo no se recuperan y que el desempleo “llegaría al 15%”. El conjunto de esta situación ha llevado a los gobiernos a “reducir el gasto público, recortar la política social y encarar privatizaciones en áreas como la salud y la educación”. El programa de salida a la presente crisis que impulsa la burguesía de los países nórdicos no se diferencia, en lo esencial, a la aplicada por las burguesías de Francia, Alemania o de América Latina.


Es evidente que la crisis mundial está demoliendo, en forma implacable, todos aquellos mitos sobre un “capitalismo más humano”.