El MST apoya al Lula uruguayo y a la coalición proimperialista

El MST guarda un sistemático y muy respetuoso silencio ante el Frente Amplio de Uruguay. Pero Rumbo Socialista, la “sección uruguaya” de la UIT (que encabeza el MST), está integrado al Frente Amplio; esto, al menos, hasta las últimas noticias conocidas, ya que la “sección uruguaya” no tiene ni prensa ni declaraciones públicas y ha desaparecido de los lugares que solía frecuentar. Por otro lado, los aliados del MST en Izquierda Unida (el PC) y fuera de ella (el PS), son fanáticos defensores del FA, al cual presentan como el “modelo” para la Argentina.


El apoyo vergonzante y vergonzoso del MST a la izquierda proimperialista de Uruguay tiene lugar casi dos años después de la "des-ilusión" del MST con Lula, al cual también había apoyado a pesar de que iba en un frente con la gran burguesía brasileña de derecha. Con el apoyo al FA, el MST convierte su ruptura posterior con Lula en una maniobra sin principios y en una descomunal hipocresía.


El MST había calificado la victoria electoral de Lula en Brasil como “un triunfo de los trabajadores”, y luego como “gobierno del imperialismo”, reivin dicando al “nuevo partido” centroizquierdista que se ha creado en Brasil (el PSOL, Socialismo y Libertad). El apoyo al FA se convierte en un penoso retorno al pasado.


Seguramente, como ya hizo en Brasil, el MST anunciará, en el 2005, que el Frente Amplio “traicionó”. Pero el que avisa, no traiciona. Los propios frenteamplistas se encargan de despejar todas las dudas de que gobernarán con el imperialismo y los banqueros. Danilo Astori, ministro de Economía del futuro gobierno centroizquierdista, acaba de declarar que “pensamos en una relación fluida y positiva con los Estados Unidos, con gran capacidad de contactos y de consulta. En cuanto a los organismos de crédito, hay un camino a seguir después del enorme esfuerzo que ha hecho el país para salir de la crisis. Buscaremos un nuevo acuerdo con el FMI” (La Nación, 17/9).


Por este hombre va a votar la “sección uruguaya” de la “Unión Internacional de Trabajadores – Cuarta Internacional”. Su “sección madre”, el MST de la Argentina, guarda un silencio cómplice.