Internacionales
10/10/1996|514
El nuevo convenio colectivo en la General Motors
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El sindicato automotriz de Canadá (CAW, Canadian Auto Workers) ha entrado en huelga contra la GM: en el minuto cero del jueves 3, tres plantas de montaje y una de autorpartes -que engloban en total a 15.000 trabajadores, de los 27.000 de la GM Canadá- fueron paralizadas por la huelga. El sindicato anunció que progresivamente se irán sumando nuevas plantas: cuando esta edición de Prensa Obrera esté en la calle, la huelga ya habrá alcanzado a la totalidad de las plantas del la GM en Canadá. Según diversos analistas, si la huelga dura hasta mediados de octubre, afectará seriamente las operaciones de la GM en Estados Unidos (cuyas plantas de ensamblaje utilizan autopartes fabricadas en Canadá); si la huelga se extiende hasta fines de mes, obligará al cierre de las operaciones de la empresa en toda América del Norte. Aunque en el pasado las huelgas de la CAW contra alguno de los ‘Tres Grandes’ (GM, Ford y Chrysler) han sido de corta duración, la dirección sindical anunció que el fondo de huelga cuenta con recursos suficientes para mantener la huelga durante tres meses.
La huelga comenzó después del rechazo frontal de la patronal a aceptar en el nuevo convenio colectivo una clausula de ‘seguro de empleo’, similar a la aceptada por la Chrysler: por cada puesto de trabajo perdido por operaciones de subcontratación de autopartes, Chrysler se comprometió a crear un puesto de trabajo en otras plantas. GM Canadá, que ya despidió a 12.500 trabajadores en los últimos tres años, anunció el cierre de dos plantas de autopartes y la reducción de otras, lo que provocará el despido de otros 5.500 obreros.
¿Acuerdo en los Estados Unidos?
Mientras tanto, las negociaciones entre la GM y el sindicato automotriz en los Estados Unidos han dado “un giro sorprendente” (The Wall Street Journal, 4/10). Cuando se esperaba una confrontación abierta por la negativa patronal a aceptar la mencionada clausula de ‘garantía del empleo’ similar a la establecida en los convenios colectivos de la Ford y la Chrysler, voceros de la empresa dejaron trascender que “General Motors se está acercando a un acuerdo sobre un nuevo convenio colectivo que le permitirá deshacerse de ciertas operaciones no competitivas y le dará la flexibilidad necesaria para reducir su fuerza de trabajo" (ídem).
GM no acepta la ‘garantía de empleo’ instituida en los convenios con la Ford y la Chrysler, porque sólo le permitiría despedir a 12.000 obreros, muy lejos de su ‘objetivo’ de 50.000 a 70.000 cesantías mediante la subcontratación de la fabricación de autopartes. ¿Qué ha ocurrido para que la GM se avenga ahora a aceptar la ‘garantía’?
“La GM parece dispuesta a aceptar(la) -informa The Wall Street Journal (ídem)- porque un número de condiciones especiales le otorgan a todas las compañías la libertad para calcular el número de ‘empleos garantizados’ Una de las “claúsulas previamente desconocidas” en los contratos con la Ford y Chrysler, establece que la ‘garantía de empleo’ regirá sólo para las ‘operaciones rentables’... lo que le permitiría a la GM excluir de la ‘garantía’ a 14 fábricas que considera ‘no rentables’ (The Wall Street Journal, 1/10) Otras clausulas, también ‘desconocidas’ hasta ahora, “permiten a las empresas evitar la garantía de empleo cuando la reducción de personal es consecuencia de mejoras en la productividad” o “cuando los trabajadores redundantes como consecuencia de las mejoras en la productividad en ciertas plantas rechazan ser transferidos a otras” (ídem). Según el comentarista, “esto podría ser una bendición para la GM, que espera tener miles de trabajadores redundantes en varias de sus plantas, pero no en todas, como consecuencia de su reorganización productiva” (ídem). Más allá de estas disposiciones, que son comunes a todas las compañías, la UAW anunció su disposición a aceptar una 'garantía’ del 85% o del 95% para las plantas de ensablaje y del 85% para las de autopartes (a diferencia del 95% para todo el personal aceptado por la Ford y la Chrysler) (Business Week, 27/9).
Si se superan las divergencias sobre la ‘garantía’, se firmaría un convenio laboral similar al de las otras terminales, en lo que se refiere a establecer una ‘estructura salarial en dos niveles que permitirá pagar salarios inferiores, por un período más prolongado que el ya vigente, a los trabajadores que recién ingresan. Como se calcula que 250.000 trabajadores (la mitad de ellos de la GM) se jubilarán en los próximos años, las patronales podrán ahorrarse cientos de millones en los salarios de sus reemplazantes.
El convenio que la burocracia está negociando con la GM constituye una traición a los trabajadores de la GM de Canadá y un marcado retroceso con respecto al mal convenio firmado con Ford.