El pacifismo de Lutte Ouvrière

La consigna fundamental de Lutte Ouvrière frente a la agresión imperialista contra Yugoslavia es “abajo la guerra”, es decir pacifista. No plantea el objetivo de la derrota de la Otan ni la confraternización de los albaneses de Kosovo y los serbios en base a un programa de lucha contra el imperialismo, por la autodeterminación de los pueblos y contra la restauración.


Como el SU, Lutte Ouvrière pone en un mismo plano a la Otan imperialista y a la Yugoslavia oprimida: “abajo la barbarie de la intervención imperialista; abajo la barbarie del régimen de Milosevic” (Lutte Ouvrière, 30/4). Obviamente, nadie puede apoyar la barbarie de Milosevic contra Kosovo, pero el problema es la posición que hay que tener en la guerra de Yugoslavia contra el imperialismo mundial. En la guerra entre una nación opresora y una nación oprimida, hay que luchar por la derrota del imperialismo y por la victoria de la nación oprimida, con completa independencia de los regímenes políticos de una y otra nación. Incluso si, como en el caso de Milosevic, se trata de un régimen dictatorial, represivo y antiobrero. Esto porque la opresión de Kosovo por parte del régimen de Milosevic no convierte a la guerra en interimperialista. Milosevic y el ‘nacionalismo serbio’ no son una fuerza histórica independiente sino el producto del imperialismo, que ha desintegrado a Yugoslavia para imponer la restauración del capitalismo y ha tolerado todas las ‘limpiezas étnicas’, incluida la de los albaneses de Kosovo.


La tendencia minoritaria de Lutte Ouvrière también dice “abajo la guerra”; incluso agrega que “en realidad, el terrorismo aéreo de la Otan y el terrorismo terrestre de Milosevic son tal para cual. Uno justifica al otro y recíprocamente” (Lutte Ouvrière, 21/5). ¡Pero no se trata de Milosevic sino de Yugoslavia y las masas serbias! ¡Los bombardeos y la ocupación militar de Yugoslavia tratan de asegurar la restauración capitalista en los Balcanes, Europa del Este, Rusia y China! Por lo tanto, no se puede ser neutral. Hay que ubicarse decididamente en el campo del país oprimido con una posición independiente de la dirección oficial.


El pacifismo de Lutte Ouvrière no llega al extremo del SU de proponer una conferencia balcánica patrocinada por el imperialismo europeo y la ONU. No es un pacifismo proimperialista sino exclusivamente verbal.


Lutte Ouvrière no plantea que las clases obreras de Francia y Europa saboteen la acción de la Otan mediante todos los recursos de la lucha de clases. No es para nada un pacifismo revolucionario.