Internacionales

16/12/2016

El Papa recibe a dos criminales


El Papa Francisco recibió en Roma al presidente colombiano Juan Manuel Santos y al ex presidente Alvaro Uribe en una tentativa por sostener los acuerdos de paz con las Farc, que resultaron lesionados tras la victoria del No en el referéndum.


 


Según los primeros comentarios periodísticos, la reunión no sirvió para avanzar en un acercamiento de posiciones entre ambas figuras políticas. Uribe exige una especie de rendición incondicional de la guerrilla y aprovecha el revés del gobierno en el plebiscito para posicionar a su fuerza de cara a las próximas elecciones presidenciales. 


 


No sería el primer tropiezo diplomático del Papa, que viene de impulsar un acuerdo entre el gobierno y la oposición en Venezuela que naufragó rápidamente.


 


El Vaticano patrocinó los acuerdos de paz como parte de un amplio abanico diplomático que va desde el castrismo y el chavismo hasta Obama y la Unión Europea.


 


El fuerte impulso capitalista a los acuerdos ha quedado nuevamente de manifiesto en la gira del flamante premio Nobel de la paz por Europa. “Santos convocó a los empresarios colombianos a ‘conquistar’ la mitad de Colombia que estaba ocupada por las Farc”, tituló un cable de Télam (15/12). En él, se da cuenta de reuniones ante empresarios europeos donde el mandatario colombiano esgrime las bondades de la ‘pacificación’ del campo colombiano como oportunidad para realizar negocios.


 


Además, los acuerdos fueron concebidos como una pieza de un operativo de contención continental entre ‘nacionalistas’ y derechistas en una región golpeada por la crisis capitalista.


 


Como resultado de la victoria del No en el plebiscito, se reformularon los acuerdos con mayores concesiones por parte de las Farc. Estos nuevos acuerdos se discuten a paso acelerado en el Congreso colombiano.


 


Las Farc ya han elegido algunos de los que podrían ser sus voceros en el Parlamento.


 


Enfrentados ahora por las condiciones del proceso de paz, lo cierto es que Uribe y Santos comandaron juntos la masacre de campesinos y guerrilleros cuando eran presidente y ministro de defensa de la Nación, respectivamente.


 


Cabe señalar que Santos no se ha pronunciado frente a los recientes crímenes contra militantes de Marcha Patriótica, que indican un resurgimiento del paramilitarismo. En lo que va de 2016 fueron asesinados decenas de activistas sociales.


 


El proceso de desmovilización de las Farc estará marcado por estos crímenes contra el pueblo y contra militantes sociales y guerrilleros, como ha lamentado públicamente uno de los máximos referentes de la guerrilla.


 


La ‘paz colombiana’ mantiene intacto al Estado criminal y las bandas paramilitares que custodian a sangre y fuego los intereses de hacendados y grandes capitalistas.


 


Dos de los máximos responsables de ese Estado han sido bendecidos en el Vaticano por un Papa que presume de progresista.


 


 


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