El PC francés oficia de rompehuelgas

Sólo la rutina puede justificar que se insista en seguir calificando al partido comunista como el ‘ala izquierda’ del gobierno de la llamada ‘izquierda plural’ francesa.


Jean Claude Gayssot, ex miembro del Comité Ejecutivo del PCF que abandonó su cargo para ocupar el ministerio de Transportes del gobierno de Jospin, fue uno de los ‘cerebros’ gubernamentales contra la huelga de los pilotos. Lo que dice el británico y conservador Financial Times (13/6) es toda una caracterización de la política del PCF frente a la huelga: “(los pilotos) nunca pensaron que el gobierno se mantendría firme detrás de la dirección de Air France, especialmente cuando hay un comunista como ministro de Transportes” (diferenciado nuestro).


Gayssot fue respaldado sin fisuras por el PCF. Mientras intentaba ‘perforar’ la resistencia de los pilotos aumentando el número de trenes de gran velocidad, Robert Hue, secretario general del PC, elogió su “sensibilidad comunista” (L´Humanité, 4/6). Pero como esa ‘sensibilidad’ de rompehuelgas no lograba que los pilotos levantaran la huelga, Hue fue más lejos y no se cansó de repetir que “hay que saber terminar una negociación”. Al stalinismo francés, diez años de ‘renovación’ no le han servido de nada: apenas una huelga ‘aprieta’ a un gobierno imperialista ‘de izquierda’, el ‘renovador’ Hue recurre a la famosa frase con que otro secretario general del PCF atacó la ola de huelgas con ocupación de fábricas de 1936: “hay que saber terminar una huelga”.


Otro ministro comunista fue el encargado de anunciar otro gran ataque a la población trabajadora: la reducción de las tasas de interés que paga el principal instrumento de ahorro popular, la llamada ‘libreta A’, de las que hay 47 millones, un número superior a la totalidad de los adultos franceses. El recorte de estas tasas es políticamente explosivo: fue reducida sólo dos veces en los últimos doce años, provocando grandes protestas populares. La reducción anunciada por el ministro comunista es tanto más escandalosa cuanto que la Bolsa francesa vive un momento de euforia especulativa.


El PCF no es el ‘ala izquierda’ de un gobierno ‘izquierdista plural’. Es la fuerza de choque contra las masas de un gobierno imperialista.