El “perdón” de la deuda

Un nuevo saqueo

Blair y Bush anunciaron su acuerdo para que la próxima reunión del G8 condone la deuda pública de una serie de países en situación de extrema pobreza. La mayoría de ellos son africanos; en América Latina, Bolivia ha sido incluida en el “perdón”.


¿Los masacradores del pueblo iraquí se han vuelto “compasivos” con la miseria de los pueblos de Africa y de Bolivia? Peor aún, ¿las cabezas de Estado de dos de las mayores potencias imperialistas han adoptado el programa del Foro Social Mundial, que precisamente reclama el “perdón de la deuda externa de los países pobres”?


El “perdón” es una operación publicitaria y distraccionista. Su objetivo es encubrir el renovado saqueo de Africa por las grandes potencias, que ha cobrado un nuevo impulso en los últimos años. Mientras las noticias sobre el “perdón” aparecen en las tapas de los diarios populares de gran tirada (Crónica, 11/6, tituló “Bolivia se salvó”, al dar la noticia del acuerdo Blair-Bush), los informes de los convenios que legalizan este saqueo aparecen en letra chica en los diarios de negocios.


La British Gas ha cerrado un contrato con Guinea Ecuatorial para monopolizar durante los próximos 17 años su producción de gas. La operación cuenta con el “respaldo financiero” del también británico HSBC, acusado de servir como vía para que los personeros del régimen de Guinea saquen miles de millones del país. En Liberia, el banco británico LIB monopoliza la producción de diamantes y las telecomunicaciones. En Angola, el banco británico Standard Chartered ha endeudado al país (y enriquecido a la camarilla gobernante) con préstamos millonarios cuya garantía son las futuras ventas de petróleo. En Sudán y Chad, compañías chinas están instalando oleoductos para sacar el petróleo del país. La estatal francesa Elf monopoliza la producción petrolera de Congo-Brazaville, el cuarto productor africano y el país que tiene la mayor deuda externa por habitante del mundo. Nigeria y Santo Tomé acaban de formar una “zona de desarrollo común” para otorgarle a un conjunto de pulpos (la mayoría norteamericanos) la explotación petrolera marítima.


Mientras se “perdonan” deudas (impagables) de unos pocos miles (a veces cientos) de millones de dólares, los grandes pulpos están saqueando Africa por varios cientos de miles de millones. El robo es de tal magnitud que un periodista no duda en calificarlo como “una nueva carrera por el reparto de Africa” (The Guardian, 2/6). La primera tuvo lugar a fines del siglo XIX, cuando las grandes potencias colonizaron el continente.


A la luz de las enormes reservas de gas y de petróleo de Bolivia, está en claro el objetivo del “perdón” de su deuda.