El Secretariado Unificado continúa en el campo de la Otan

A un año de la guerra en Ucrania.

La guerra causa mil muertes diarias.

Con respecto a la guerra en Ucrania, asistimos a un desconcierto total en algunas de las secciones europeas del antiguo Secretariado Unificado (SU) de Mandel, Krivine, Besancenot: la mayoría han tomado una posición de apoyo de hecho a la Otan (la alianza militar encabezada por Estados Unidos), llegando a movilizarse para que haya más envíos de armas a Ucrania. Lo que les coloca, de hecho, junto a los gobiernos de sus respectivos países.

Véase, por ejemplo, una hoja del “Comité francés de la Red Europea de Solidaridad con Ucrania” que llama a movilizaciones “en toda Francia”, para “afirmar nuestro apoyo a Ucrania y nuestra oposición a Putin y su guerra criminal”. Entre los firmantes de ese texto están ATTAC Francia, la FSU, Solidaires y la mayoría histórica del NPA, organización de los partidarios en Francia del SU, así como el órgano de prensa del SU, Inprecor. Forman parte de esa “red europea” varias de las secciones europeas del SU.

Según esa hoja, “el único camino hacia la paz es el apoyo a los ucranianos”, y “la vía de la paz pasa, por tanto, por el apoyo a la resistencia ucraniana armada y no armada ¡Sí, armada también!”. Ese apoyo incluye la entrega de armas a Ucrania: “exigimos a Francia que, en lugar de vender armas a las dictaduras ayude seriamente a la resistencia ucraniana, sin hacer subir los gastos militares”. De este modo, los autores de la hoja se sitúan en el mismo campo que Macron, Biden, y la Otan, por la entrega de armas a Ucrania.

En esa hoja, ni una sola referencia a la Otan y a su papel en la guerra. Para los que la difunden, la Otan, en el fondo, debe de estar en el “lado bueno”, en el de los que suministran armas al gobierno de Ucrania.

Todo ello pretenden presentarlo con un tono “progresista” y “solidario”, aunque ¡ay! unilateral. Así, proclaman su “apoyo a los hombres y mujeres que desobedecen en Rusia”, así como su “apoyo al pueblo bielorruso oprimido y a sus sindicalistas independientes”. Pero, claro está, sin ni una sola mención a la prohibición de huelgas y movilizaciones sindicales en Ucrania, ni a las infames leyes laborales de Zelensky, que permiten a las empresas incumplir los convenios colectivos o no pagar los salarios a sus trabajadores, y que eliminan los convenios colectivos en toda empresa con menos de 250 trabajadores.

Más de la mitad de la hoja es un alegato contra el llamamiento internacional contra la guerra y contra otros llamamientos como el de los estibadores de Génova que piden un alto el fuego inmediato. Así podemos leer en esa hoja que “en el primer aniversario de la invasión de Ucrania aparecen llamamientos que dicen ‘Alto a la guerra, alto el fuego inmediato, solución diplomática’. ¿Alto a la guerra? Sí, si Rusia para, no habrá más guerra. Si Ucrania para, no habrá más Ucrania y probablemente habrá más guerras”.

Y añaden: “¿Alto el fuego inmediato? Esto quiere decir que las zonas ocupadas sigan, así como la guerra con: terror, deportación de poblaciones, violaciones, secuestro de niños”. Claro que continuar la guerra, supone que cada día cueste 1.000 vidas suplementarias y nos acerca a una posible tercera guerra mundial, más aún desde la denuncia por Putin de los acuerdos de desarme nuclear.

Señala el texto que “la verdadera vía de la paz, es la retirada de las tropas rusas de toda Ucrania”, y que “si Putin gana, no habrá más Ucrania”. Exactamente lo mismo que ha dicho Biden en su discurso de Varsovia: “El presidente Putin eligió esta guerra y que podría ponerle fin fácilmente. Si Rusia dejara de invadir Ucrania pondría fin a la guerra, pero si Ucrania dejara de defenderse significaría el fin de Ucrania”.

Como siempre, la guerra marca a fuego las posiciones de las clases y de los partidos. El SU ha dado un nuevo paso cualitativo en la traición a la revolución, situándose en el terreno de Biden, Macron y la Otan.

Guerra a la guerra

Las manifestaciones de este fin de semana en toda Europa muestran que el viento está cambiando. Hay que destacar, en especial, las masivas manifestaciones en Alemania desde los más de 50.000 en Berlín a los casi 10.000 en Colonia.

Para amplios sectores de trabajadores la prioridad es alto a la guerra, cese el fuego. Aparecen, también, posiciones “intermedias” que insisten en una “solución diplomática”.

En estas condiciones, hay que redoblar los esfuerzos para dar a conocer y alimentar las movilizaciones contra la guerra, o sea, contra la burguesía de cada país y las burocracias restauracionistas.

La lucha contra la guerra es inseparable de la lucha contra la inflación, contra la austeridad, por las reivindicaciones de la clase obrera, las mujeres y la juventud.

Debemos trascender una nueva etapa en esta batalla, para ayudar a que la movilización popular contra la guerra, contra la política de guerra de cada gobierno, imponga una solución de paz y fraternidad entre los pueblos.

https://prensaobrera.com/internacionales/los-discursos-de-biden-y-de-putin-escalan-las-provocaciones/