El Seminario sobre la insurgencia latinoamericana de La Paz impulsa una Conferencia obrera y campesina

Las jornadas de discusión auspiciadas por la Central Obrera Boliviana Departamental de La Paz y la Confederación Sindical Unica de Trabajadores Campesinos de Bolivia superaron por completo su cometido.


Las delegaciones internacionales compuestas por Osvaldo Coggiola (docente de San Pablo), Rosivaldo De Paola (MST, Brasil), Edgardo Quiroga (CGT San Lorenzo), Néstor Pitrola (Congresal de la Federación Gráfica Bonaerense), Edinaldo (Sindicato Dos Frios, San Pablo) y Daniel Blanco (Comité Nacional del Partido Obrero), intervinimos en forma conjunta o alternada en una enorme cantidad de actividades.


Participamos también del ampliado de los Fabriles de La Paz; de reuniones con el Comité Departamental de la COB; con la Comisión Directiva del Sindicato de Prensa; de un extraordinario acto con 400 personas en el Paraninfo de la Universidad de La Paz; brindamos una charla sobre el Movimiento Sin Tierra para 50 personas en el Café de la Semilla Juvenil de La Paz; nos reunimos con activistas y dirigentes como Edgar Huracán Ramírez, ex Secretario General de la COB, o Gonzalo Trigoso, laboralista de los fabriles. En Oruro, la Ejecutiva Departamental de la COB invitó al Comité Nacional del Partido Obrero al próximo congreso de la Federación Nacional de Mineros de Bolivia.


La actividad tuvo una enorme repercusión pública popular. Fue reflejada a página entera en los diarios Presencia y Ultima Hora. Fuimos entrevistados por tres de los cuatro canales de La Paz y participamos en dos programas televisivos en vivo y en tres programas radiales; con tal impacto, que en el programa de más audiencia, en la radio Metropolitana, volvimos por requerimiento de los oyentes.


En todas las intervenciones explicamos el carácter internacional de los levantamientos bolivianos de abril y setiembre y llamamos a la unidad obrero-campesina para abrir una salida obrera a la crisis, y a la unidad socialista de América Latina.


El pueblo paceño tomó conocimiento de la lucha de los Sin Tierra de Brasil, de los grandes paros y piquetes de la clase obrera argentina y de las intervenciones de Quispe (el líder más popular de Bolivia), de Zapata, de Coggiola y otros disertantes, y de las declaraciones de Daniel Blanco, miembro del Comité Nacional del PO.


La conclusión política del seminario fue votada por más de 100 delegados obreros y campesinos en una suerte de congreso de 48 horas de duración.


El Mallku (Quispe) y Zapata señalaron que "el gobierno no cumplirá los 50 puntos y habrá una tercera oleada". Ambos se mostraron interesados en "recoger experiencias del MST" y Zapata señaló que "concurriría a una conferencia latinoamericana para organizar la lucha en común". El seminario aprobó por unanimidad una resolución de solidaridad y lucha contra la represión a los cocaleros del trópico cochabambino.


El intelectual García Linera, "autogestionario", asesor de algunos dirigentes de la Coordinadora del Agua de Cochabamba, desencadenó un debate político al caracterizar la "desaparición de la clase obrera" después de la derrota de la marcha minera "por la vida" de 1986.


En el seminario fue planteado que hay una nueva vanguardia, los campesinos. Esta posición fue especialmente teorizada por los intelectuales. El dirigente campesino Felipe Quispe desplegó sus tesis indigenistas, denunciando que "primero estuvimos atados a los pactos militar-campesinos y después a los pactos obrero-campesinos", ahora, dijo, reivindicamos "la nación indígena, la ideología propia, ni nacionalista ni marxista, ni de derecha ni de izquierda". Pero mientras el seminario discutía todos estos temas, la Confederación Campesina, aunque rechazó nombrar ministro propio, apoyó formalmente la designación de un ministro de asuntos indígenas banzerista.


La delegación obrera argentina y los representantes del Partido Obrero y de la IV Internacional planteamos que "a partir de la inviabilidad de la burguesía y el imperialismo para dar salida a las más elementales necesidades de obreros y campesinos hay que definir las tareas de la transformación social: la expropiación del latifundio, de la banca, el comercio exterior y la gran propiedad capitalista; la tierra a los campesinos, el control obrero de la producción, la expulsión del imperialismo, la unidad de los explotados latinoamericanos y la constitución de los Estados Unidos Socialistas de América Latina".


Como todos los panelistas, denunciamos el ‘Plan Colombia’. Pero fuimos muy concretos al caracterizar las trampas centroizquierdistas tramadas por el imperialismo ante los levantamientos populares y las crisis políticas. Denunciamos la política antiobrera del Frente Amplio uruguayo y las intendencias petistas en Brasil, la política rabiosamente fondomonetarista de la Alianza argentina, que llevó incluso en sus listas a dirigentes sindicales de las centrales "antimodelo", y el fracaso del atajo nacionalista de la dirección campesina en Ecuador, así como del chavismo en Venezuela, desnudado en la militarización de la huelga petrolera por aumentos salariales.


La confrontación de posiciones políticas, la delimitación de programas y perspectivas y el debate abierto entre fabriles y mineros, por un lado, y campesinos y demás gremios y sectores, por el otro, tendrá su prueba en las próximas jornadas. El documento votado fijó un campo común de lucha entre los participantes y el compromiso de organizar una conferencia obrero-campesina latinoamericana.