El sionismo se apresta a reocupar Cisjordania y Gaza

El Estado sionista prepara una nueva masacre contra el pueblo palestino. Según la propia prensa israelí, el Estado Mayor y el gobierno de Sharon han puesto a punto los planes para un ataque militar en gran escala contra los territorios palestinos en Cisjordania y Gaza, para lo cual ya han dispuesto la utilización de aviones de combate, helicópteros artillados, tanques y misiles. El ataque tiene por objeto la eliminación de dirigentes palestinos, la destrucción de viviendas e instalaciones y la confiscación de armas. No se trata de una “incursión” como las realizadas en las últimas semanas sino de una ocupación militar de una vasta porción del territorio palestino, para lo cual se ha previsto “la imposición de gobiernos militares en áreas específicas” (Corriere della Sera, 7/6). La invasión y reocupación de los territorios palestinos irá de la mano de un endurecimiento aún mayor del bloqueo económico, que se extenderá al petróleo, los alimentos, las medicinas y la correspondencia.


El sionismo presenta esta invasión como la “respuesta” al atentado a una discoteca en Jerusalén, que dejó decenas de jóvenes muertos.


El sionista Sharon le ha dado un ultimátum a Arafat: para evitar la invasión debe detener a 300 dirigentes palestinos (de Hamas, de la Jihad y de Al Fatah, la propia organización de Arafat) que fueron liberados por éste hace poco tiempo. Según los propios diarios israelíes, el ultimátum de Sharon no es más que una “operación de prensa” para presentar ante la “comunidad internacional” la invasión a los territorios y la masacre como un acto de “autodefensa” ya que la Autoridad Palestina no puede cumplir lo que se le reclama. “Arafat no controla la situación”, reconoció, con espanto, el ministro de relaciones exteriores alemán, de gira por Medio Oriente (La Reppublica, 6/6). Un congreso de 14 organizaciones palestinas, reunido por estos días en Gaza, desconoció la orden del “cese del fuego” dictada por Arafat después del atentado en la discoteca y llamó a “continuar la Intifada”.


El Estado sionista ha puesto a Arafat en ‘la morsa’, al punto que el propio líder de la Autoridad Palestina se encuentra físicamente prisionero de los israelíes, “algo que nadie quiere reconocer” (La Reppublica, 7/6). Arafat se encuentra confinado en la ciudad de Ramallah, completamente bloqueada por tierra, y las autoridades sionistas no lo autorizan a utilizar su helicóptero.


A la presión sionista se ha sumado también el imperialismo europeo, que amenaza a Arafat con cortar toda ayuda económica a la Autoridad Palestina.


La brutal presión ejercida sobre Arafat y la Autoridad Palestina tiene por objeto forzarlo a poner en marcha las dos conclusiones fundamentales del llamado “informe Mitchell” redactado por la diplomacia norteamericana: aceptar el mantenimiento y hasta la extensión de los asentamientos de los colonos sionistas en territorio palestino, y restablecer la colaboración represiva entre la CIA, el Mossad y la Autoridad Palestina, que se puso en marcha con lo “acuerdos de Oslo” y que se había roto como consecuencia de la Intifada. Con este fin viajó a Medio Oriente nada menos que el jefe de la CIA, George Tenent, “para establecer si existen condiciones para esa colaboración y fijar un calendario” (La Reppublica, 7/6). Como muchos consideran que “todavía no están dadas las condiciones” (ídem), la masacre que preparan los sionistas tiene el objeto de llevar a la Autoridad Palestina a esa ‘colaboración’ en la represión de su propio pueblo.


El pueblo palestino enfrenta la amenaza cierta de una nueva masacre y de la reocupación militar sionista de sus territorios. Más que nunca, es imprescindible defender incondicionalmente el levantamiento nacional palestino y sus reividicaciones frente al sionismo y al imperialismo.


  • • Por el retiro inmediato de las tropas sionistas de los territorios.
  • • Por el inmediato desmantelamiento de los asentamientos sionistas en territorio palestino.
  • • Por el retorno incondicional de los refugiados palestinos.
  • • Fuera el imperialismo y la CIA de Medio Oriente.