Elecciones británicas: La burguesía inmola a los conservadores

El laborista Tony Blair ganó ‘caminando’ las elecciones parlamentarias británicas, porque su candidatura recibió el apoyo virtualmente unánime de la burguesía británica. Ese apoyo integró a las fracciones que tienen puntos de vista antagónicos respecto de la cuestión principal que divide a la burguesía británica: el ingreso de Gran Bretaña al euro, la moneda común europea. Fue respaldado tanto por los “europeístas” como por los “euroescépticos”; por los partidarios de una mayor integración con Europa y por los “pro-norteamericanos”. Detrás de Blair se alinearon en Gran Bretaña las fracciones que en las recientes elecciones italianas se ubicaron en campos opuestos: los “europeístas” del Olivo y los “pro-norteamericanos” de Berlusconi. Es que como lo planteó el Financial Times (5/6), “El gobierno británico puede y, frecuentemente, debe oponerse a la integración europea indiscriminada. Pero la prosperidad y la seguridad de la nación dependen de que haga la defensa de su caso desde adentro (de la UE)”. Frente a esta perspectiva que representa Blair, sus rivales conservadores representaron a una fracción minoritaria, partidaria de “alejar” a Gran Bretaña de la UE. Esto explica la magnitud de su derrota.


La victoria de Blair ha acentuado la desvalorización de la libra *que ha caído a su nivel más bajo en 16 años* porque es una de las condiciones (alcanzar una paridad de equilibrio con el euro) para acelerar la sustitución de la Libra por la divisa europea.


El frente único burgués que respaldó a Blair se puso de manifiesto en el unánime respaldo que le brindó la prensa, especialmente la conservadora. The Economist, luego de un llamado a “Vote a los conservadores”, agregó: “Blair es el único conservador creíble disponible en la actualidad”. The Times, firme opositor al ingreso británico al euro, pero de ningún modo a la Unión Europea, elogió a los laboristas porque “tras cuatro años de gobierno, han consolidado muchos elementos del thatcherismo, como la preocupación por la inflación, la moderación fiscal y la desconfianza en los sindicatos” *precisamente la política que The Times reclama a la UE para que Gran Bretaña adhiera al euro*. El Financial Times, el más pro-europeo de los diarios conservadores, respalda a Blair porque “ha mantenido relaciones ampliamente cordiales tanto con Washington como con las capitales de los socios europeos de Gran Bretaña, por su desempeño en la primera línea del ataque de la Otan a Yugoslavia, por su “liderazgo” en el “proceso de paz” en Irlanda del Norte y, por sobre todo, “porque manejó la economía con competencia y sofisticación” y “creó un cuadro fiscal que contrajo el gasto”.


 


El “paciente” inglés


Blair contrajo tanto el gasto, que en sus dos primeros años de gobierno redujo todavía más las inversiones en el sistema hospitalario, en la educación y en el transporte público, ya destruidos después de 18 años de thatcherismo. La política “competente y sofisticada” del laborismo llevó al completo colapso de la educación, la salud y el transporte públicos, al punto que el Financial Times se ve obligado a reconocer que “los maestros, los médicos y las enfermeras están en pie de guerra contra el gobierno”.


La “competencia” del laborismo se hizo evidente en otra catástrofe que sufrió Gran Bretaña en los últimos tiempos: el brote de aftosa, que llevó al sacrificio de 2,5 millones de cabezas de ganado, y que provocó una extendida depresión rural. Blair también compitió con los conservadores en imponer una frondosa legislación represiva (que incluye el “estado de sitio” contra la juventud en numerosas ciudades) y una fuerte legislación contra los inmigrantes.


La política “thatcherista” del laborismo explica tanto el respaldo de la burguesía británica como la altísima abstención electoral (récord histórico), que en los bastiones históricos del laborismo duplicó la media nacional, y la “apatía del electorado, lejos del jolgorio y la fiesta callejera que fue el triunfo del laborismo en 1997” (Clarín, 7/6).


 


Capitulación de la izquierda


¿Cómo se explica la victoria de Blair por amplio margen, en el marco del hundimiento de la salud y la educación, de la “vaca loca” y la aftosa, de la represión, de su política en los Balcanes?


Es que la izquierda laborista, que se había perfilado como alternativa al “blairismo”, capituló vergonzosamente y, precisamente, en nombre del ingreso a la UE y a la “política social” europea.


En las elecciones municipales de Londres, esta izquierda había obtenido en mayo del año pasado, una significativa victoria consagrando intendente a Ken Livings-tone, un hombre expulsado del laborismo por criticar la política derechista de Blair. Precisamente, Livingstone había centrado su campaña en la oposición a la privatización del subterráneo londinense defendida por Blair. Pero esta izquierda, a pesar de sus críticas, se ha negado obstinadamente a romper con el laborismo… al estilo de la Carrió: como la chaqueña, la fracción izquierdista del centroizquierdismo británico no saca los pies del plato. Defendió a Blair, exactamente en el punto que unió al frente único burgués: la necesidad de mantener a Gran Bretaña integrada a Europa.


 


Crisis europea


Blair deberá enfrentar ahora las condiciones de la crisis europea. La devaluación de la libra amenaza con provocar un desborde inflacionario, porque al mismo tiempo se está desvalorizando el euro, lo que hace todavía más difíciles las condiciones de la integración. Las presiones comerciales y financieras de Estados Unidos sobre la UE son cada día mayores. La propia “‘construcción europea” muestra sus limitaciones: Irlanda acaba de oponerse a la extensión de la UE al este, y Polonia está poniendo en duda su decisión de asociarse. Todo esto, en un cuadro donde la tendencia a una recesión es cada vez más fuerte en Europa y en la propia Gran Bretaña: en los días de las elecciones, se conoció la información de que la producción industrial está cayendo a la tasa más alta desde el fin de la recesión del ’98, cae el empleo y baja la demanda de mercancías británicas (Financial Times, 2/6). Las condiciones de la crisis europea pueden hundir rápidamente el frágil y heterogéneo frente burgués que le permitió a Blair ganar las elecciones.