Internacionales
25/6/1998|590
“En Bolivia, numerosos sectores plantean crear el partido revolucionario”
Es un honor para mi hacerme presente en este importante acto representando a la Oposición Trotskista que en Bolivia se encuentra en la misma lucha y en el mismo combate que ustedes están desarrollando en la Argentina y muchos otros compañeros en los diferentes países de América Latina, de Europa y del mundo. Todos estos días de discusiones y reflexión nos han permitido comprender con mucha precisión la situación de crisis mundial del capitalismo, que a pesar de los esfuerzos desesperados por impedir que esta crisis se transforme de crisis bursátil en una crisis económica más profunda y finalmente en el inicio de la revolución asiática, la burguesía ha fracasado en ése, su intento. La lógica profunda de los acontecimientos, las propias leyes del desarrollo capitalista conducen de manera inexorable al desarrollo de la crisis en ese marco mundial.
Ciertamente que, en Bolivia, estamos en los primeros pasos en esta batalla. Todavía no podemos postularnos físicamente como una dirección alternativa como se plantea aquí con los compañeros del PO. Pero eso sí, nos mantenemos en la batalla y vamos dando respuestas a los problemas fundamentales. Es indudable que desde 1985, que es cuando se empezó a aplicar la política neoliberal, se han producido transformaciones importantes. Los compañeros mineros de las minas nacionalizadas, que en el pasado fueron la vanguardia de la clase obrera boliviana y de los explotados, han sido despedidos de sus trabajos; el liberalismo prácticamente arrasó con la minas de la Comibol, la empresa estatal de la minería. Se han producido cierres de empresas y despidos de decenas de miles de trabajadores; se ha avanzado enormemente en Bolivia en la flexibilización laboral. Desde 1985 se viene aplicando la libre contratación de los trabajadores, lo que ha debilitado al movimiento fabril. Hay congelamiento de salarios, hay privatización de la educación, hay destrucción de la salud como en los diferentes países.
Sin embargo, compañeros, hoy se van viendo síntomas sumamente claros de que esta situación de relativo repliegue del movimiento obrero poco a poco se va revirtiendo. Pero hay algo más, las contradicciones del capitalismo, las imposiciones del imperialismo norteamericano hoy se centran en algunos puntos claves. En primer lugar tienen que privatizar las empresas que aún quedan en manos del Estado, tienen que imponer la flexibilización laboral para garantizar las inversiones y las elevadas tasas de ganancia, tienen que acabar de destruir la educación fiscal, estatal, gratuita y laica. En fin, el gobierno proimperialista del general Banzer se ha propuesto la tarea de destruir la producción de la hoja de coca hasta arrancar la última hoja de los compañeros cocaleros. Son éstos los grandes desafíos que tiene el movimiento para adelante.
En Bolivia, aquellas fuerzas que aparecían como muy radicales, como por ejemplo el MIR, el MBL, que fueron partidarias de la lucha armada en un determinado momento, hoy aparecen con el general Banzer, con Gonzalo Sánchez de Losada, los gobiernos que han venido aplicando la política del imperialismo norteamericano. Paralelamente, la crisis de la izquierda se refleja por ejemplo en la crisis del partido comunista, que después de la ‘Unidad Democrática y Popular’ de 1982-85 prácticamente se pulverizó, porque trató de aplicar el programa de la revolución por etapas y el frente popular. O el caso de aquel grupo que se autodenomina trotskista, el lorismo, que es el ejemplo típico de una secta que viene repitiendo y repitiendo sus dogmas sin comprender lo que sucede en nuestra realidad a nivel internacional y nacional.
Es en ese punto que nosotros aparecemos planteando la necesidad de reagrupar a los compañeros de la vanguardia obrera, campesina y de todos los sectores. Planteamos la necesidad de estructurar un partido revolucionario de la clase obrera y este llamado nos ha permitido dar esa respuesta que en diversos sectores se palpaba. La experiencia que venimos acumulando en estos últimos tiempos nos permite comprender que el problema vital para el propio desarrollo del movimiento obrero, es precisamente dar pasos adelante en la estructuración del partido revolucionario, que no es una tarea de sumarse a cualquier grupo que tiene importancia en el movimiento de masas. Se trata de estructurar un programa, de dar una respuesta político programática a los problemas de la crisis mundial y a los problemas de la crisis nacional. La respuesta que hemos recibido ante esta iniciativa ha sido extraordinariamente positiva. Compañeros fabriles, compañeros mineros, trabajadores del campo, juventudes de las universidades, de los colegios, van respondiendo positivamente ante este llamado. Diversos sectores que aprueban resoluciones, fundar partido de los fabriles, fundar partido de los cocaleros, fundar partido de los mineros; nosotros recogemos esa ansiedad, esa búsqueda, esa necesidad y damos una respuesta.
Para nosotros esta lucha por la reestructuración del partido en Bolivia está indisolublemente ligada a la estructuración de la IVª Internacional , a la lucha por la refundación inmediata de la IVª Internacional.
Muchas gracias compañeros.