“En Cuba la burguesía resurge por orden, obra y gracia del Partido Comunista”

Reportaje a Frank García Hernández.

García Hernández es uno de los organizadores del III Evento Académico Internacional León Trotsky

Coordinador del III Evento Académico Internacional León Trotsky que se realizará en Buenos Aires en octubre, el dirigente del Colectivo Comunistas de Cuba se encuentra en la Argentina y conversó con Prensa Obrera.

¿Qué balance hace Comunistas sobre el impacto que han tenido en la economía cubana las Tareas de Ordenamiento lanzadas a fin del 2020?

El impacto ha sido desastroso. Lo que se pretendía, que era unificar la tasa cambiaria y hacer desaparecer la doble moneda, acuérdate de que estaba el peso moneda nacional CUP, y el peso convertible que era una especie de dólar cubano, que nada más tenía funciones dentro de Cuba, el CUC. Ese dólar cubano se mantuvo estable durante 20 años a unos $ 25, pero entre las empresas estatales era uno por uno. Es decir: tenías no solamente el problema de que eran dos monedas circulando sino dos tasas cambiarias, la empresarial por decirle de cierta forma y la común. Y cuando se fusionan esas dos monedas la idea era eliminar eso. Pero esto ha provocado una mayor distorsión, el fracaso total de la Tarea de Ordenamiento porque se disparó el dólar también en la calle y te encuentras una situación más caótica que la anterior con el CUC y el CUP, ahora te encuentras aquí con una moneda que no puede controlar el gobierno ya, una moneda por decirlo así ficticia, que la controlan los vaivenes del del mercado negro, que se regula a través de un portal periodístico que se llama “El Toque” que es el que publica la cotización del mercado negro. El dólar pasó de $ 25 a 370, y el dólar MLC, que es el precio al que te cambian el dólar para cargar la tarjeta MLC, con la que puedes comprar en unas tiendas en las que sólo se aceptan divisas, está en $ 290. Como ves, unificar la moneda produjo una inflación que el gobierno cubano dio en llamar “inflación controlada”, pero que no pudo controlar porque cuando el Estado subió los precios inmediatamente el sector privado los subió aún más todavía más. Y los salarios se aumentaron después de la unificación cambiaria y nunca más. En Comunistas lo estábamos previendo desde la editorial de enero del año ’21, que fue fruto de un largo debate, una semana entera estuvimos metiéndole cabeza a eso, en ese artículo nosotros estábamos anunciando la debacle de la economía cubana. Y nos llamaron alarmistas, nos dijeron que estábamos haciéndole el juego a la contrarrevolución.

Ustedes desde Comunistas interpretan ese proceso como un proceso de restauración del capitalismo: ¿por qué?  

Mira, tú recuerdas que fue el intento de Stalin de aflojar el monopolio del comercio exterior en la URSS lo que lleva a Lenin a considerarlo su enemigo y a proponer un bloque a Trotsky para sacarlo del cargo de secretario general. Pues aquí el año pasado dinamitaron el monopolio del comercio exterior. Es evidente que es un gobierno que promueve el tránsito al capitalismo. Es el modelo chino y vietnamita de restauración controlada por la burocracia del Partido Comunista. Hasta la nueva Constitución está inspirada en esos modelos, ahí lo decía el secretario de la Asamblea Homero Acosta en un artículo que ya tiene 6 años, llamado “La futura Constitución se construye con el aporte de todo el pueblo”, que está muy bueno que lo lean, que se publica en Cuba Debate en octubre de 2018, explicando los trasfondos ideológicos de la Constitución cubana aprobada en el 2019, que entre otras cosas suprime del preámbulo el objetivo de construir el comunismo. Ese artículo dice abiertamente que esa reforma constitucional está inspirada en la Constitución vietnamita y en la china. ¡Y a pesar de eso algunas izquierdas sienten un afecto que les cuesta trabajo aceptar lo que estamos viendo! Y políticamente está hablando de cuál es la orientación política de Cuba el hecho de que a finales de mayo se va a celebrar el Congreso de la Internacional Progresista en Cuba: pasamos de la Tricontinenal a la Internacional Progresista. A esto súmale que ya ni recuerdo cuándo fue la última medida que el gobierno cubano tomó en favor de la clase trabajadora. Son medidas una tras otra favoreciendo a la nueva burguesía y recortando derechos, como ahora la eliminación en la práctica de la entrega de la canasta básica de alimentos. Y ni siquiera cuestionando eso, argumentando que se trate de un retroceso inevitable ni nada de eso, no hay ningún indicio ni ningún motivo por el cual la burocracia cubana se arrepienta de este fomento a la expansión del sector de la economía privada. Todo lo contrario. Hay más de 11 mil pequeñas empresas y medianas empresas privadas en Cuba, ya más que las empresas estatales. Y esto es algo de lo cual se vanagloria el gobierno, tanto que publica esos indicadores mensualmente.

¿Y esa apertura del comercio exterior cómo opera?

Refuerza y consolida el proceso restauracionista, que en concreto apunta a construir una salida económica capitalista basada en el turismo. La mayor parte de las inversiones estatales van al turismo. Y no se está destinando casi nada por ejemplo a la agricultura, la cuestión que hablaban de la soberanía alimentaria se ha ido a la mierda. En diciembre pasado el presidente del parlamento dijo que el frijol que se está comercializando en Cuba el 100% según él es importado, cuando provincias enteras se dedicaban antes a la producción de frijoles. Han crecido las importaciones de pollo de Estados Unidos, que es una de las pocas mercancías que el bloqueo permite importar de ahí, pero ese pollo no llega a las familias trabajadoras sino justamente a la hotelería y a la gastronomía privada. Aumenta el control privado de la economía y el mismo pueblo se queja porque siempre hubo problemas de abastecimiento, pero ahora la desigualdad de acceso ha aumentado muchísimo, y la gente ve cómo las tiendas estatales están prácticamente vacías y las mipymes, las tiendas privadas, están abarrotadas. Y lo que es aún más vergonzante es que esas tiendas están promocionadas incluso en la página web de Cuba Debate en medio de la necesidad. Súmale a eso los cortes de energía, o los problemas del transporte, que los otros días el ministro de Transporte dijo que de 5 millones de personas que se transportaban diariamente se están transportando nada más 2,5 millones por la falta de combustibles y de piezas de repuesto. La falta de piezas de repuesto ha sido una constante permanente en Cuba pero ahora es muchísimo más grave. Pero además la inversión que se ha hecho en turismo ha fracasado. Nunca se alcanzaron las cifras de turismo que se esperaban, la pandemia fue un golpe durísimo, y aun no se ha recuperado ese sector al que la burocracia apuesta todo.

¿Y hay contradicciones dentro de la burocracia?

Cada vez cuesta más trabajo percibir fisuras. Durante el coronavirus fue más fácil percatarse de que existía lo que pudiéramos dar en llamar un ala fidelista que pusiera límites a la apertura, tenía como más fuerzas. Sí aparece en las bases del partido. Por eso la crítica que varias veces el presidente cubano Díaz Canel ha hecho a los ultra izquierdistas, como dice él a los que critican la apertura hacia el mercado. En este caso Díaz Canel no se está refiriendo a nosotros, sangra por la herida cuando ve también que esos extremistas ultra izquierdistas como los llama en realidad son sus propios militantes de base que son los que se opusieron también a las medidas que se intentó aplicar recientemente, al paquetazo, que no tuvieron tanta fuerza como se pensó precisamente por la resistencia interna que han tenido.

¿Y qué pasará cuando muera Raúl [Castro]?

Evidentemente tendrá un gran problema Díaz Canel porque el fallecimiento de Raúl Castro generará una crisis bien grande de legitimidad dentro de la burocracia cubana, porque hay una serie de definiciones, de acciones, de decisiones que ni Díaz Canel ni nadie del gobierno cubano puede tomar y que solamente las puede tomar hoy alguien con una hegemonía política como lo es Raúl Castro. Díaz Canel no tiene la fuerza para decidir por ejemplo qué chivo expiatorio usar, como usaron al ministro de economía Alejandro Gil, es un presidente vamos a decir débil, atrapado entre las decisiones de la cúpula militar, la vieja guardia política por un lado, y los restauracionistas abiertos, vamos a decirles civiles, del otro, cosa de la que uno se puede percatar incluso desde lejos.

La caída de Gil ha provocado un escándalo, ahora renunció el gobernador de Cienfuegos, por “errores cometidos”…

Es un eufemismo porque Gil, que no tiene compromisos con nadie, evidentemente ha estado hablando. Un eufemismo para tapar casos de corrupción… Saben perfectamente que es crítica una situación que les ha ido generando estallidos sociales uno detrás de otro, desde el 11 de julio de 2021, y el más reciente el 17 de marzo en Santiago de Cuba que es una de las ciudades más leales al gobierno cubano, y que se expandió a Bayamo e incluso pequeñas localidades de las afueras de Santiago de Cuba como El Cobre, o en Cárdenas en Matanzas, muy cerca de Varadero. A esto súmale la falta de popularidad, de legitimidad política del gobierno, es una situación explosiva.

Hablaste de una nueva burguesía, apoyada fundamentalmente en el sector de las mipymes: ¿qué relación tiene esa “neoburguesía” con la burocracia del PCC? 

Hay una nueva burguesía que surge del proceso de restauración pero que es la clásica burguesía. Lo novedoso es que resurge por orden, obra y gracia del Partido Comunista cubano. Y esta es una burguesía que como dijera un miembro de Comunistas puede ser incluso un factor de cambio, uno de los agentes de cambio de la crisis. A mí me parece que es una burguesía bien controlada por el gobierno cubano, que ha ido creando una burguesía esencialmente clientelista con concesiones a sus amigos, se está privatizando abiertamente, licitando. Y vas a ver que las licitaciones no se hacen de manera pública sino que aparecen públicamente una vez consumada. O sea a discreción del gobierno. Y como mismo el Stalin se creó una camarilla a partir de la Inspección Obrera y Campesina, que generó unas lealtades grandes ahora tienes ahí a un sector de la burguesía que es una burguesía clientelista, vinculada directamente con el gobierno cubano. Se sabe que muchos burócratas tienen negocios, es sabido, se ven en los chismes y en el cotilleo, y algunos no se lo guardan para nada. Al contrario, hacen alarde de eso.

El gobierno explica las protestas del 11 de julio y las que le siguieron como producto de la acción del imperialismo…   

Cuando el gobierno intenta explicar las protestas del 11 de julio o las que continuaron en todo el 2022, como dices tú  en tu artículo, la seguidilla de protestas, y las del 17 de marzo, y las que van a venir, como producto de la campaña imperialista te das cuenta que hay un desfase peligroso con la realidad. Y digo peligroso porque puede terminar explotando Cuba, aunque también sabemos que es propaganda, no es que el gobierno cubano es tonto, para nada, el gobierno cubano sabe lo que está sucediendo pero tiene que dar una respuesta política, sabe de los altos niveles de descontento, de la falta de popularidad, pero no puede reconocerlo públicamente. Y al gobierno cubano no le queda otra que hacer el recorte si pretende restaurar al capitalismo, no hay una vía amigable con la clase trabajadora. Cuba nunca será la Islandia del Caribe si pretenden imponer una sociedad capitalista, si regresa el capitalismo a Cuba plenamente, por cualquier vía. Estaremos en vías de ser no una Islandia, sino otra vez un casino del Caribe, o un Haití 2.0, o peor que Haití.

¿Y cómo ve Comunistas las posibilidades de organizar un movimiento de lucha independiente contra el gobierno burocrático que recoja las demandas de la población trabajadora?    

En Cuba como siempre digo es extremadamente difícil la actividad política. Han sido décadas de desmantelamiento de una estructura de lucha porque no es una dictadura que ha intentado quebrar por la represión los intentos de organización independiente, sino que es un régimen que durante décadas fue suplantando a las organizaciones trabajadoras, fue suplantando el discurso socialista, lo cooptó, lo monopolizó y lo resignificó. Y entonces no existen esos instrumentos no por represión sino por un desmantelamiento que en un principio fue apoyado por la propia clase trabajadora. Y ahora la clase trabajadora cubana se encuentra diríamos que carente de esas herramientas. Porque si bien bajo las dictaduras te reprimen, te desaparecen, te fusilan extrajudicialmente, en el caso del Gobierno cubano no te desaparecen, no te ejecutan extrajudicialmente y hace rato no se aplica la pena de muerte a los opositores, pero la fuerza que tiene el Estado a raíz de ese desmantelamiento, por decirlo así, de ese conocimiento de cómo poder organizarse en forma independiente, ha provocado que a la clase trabajadora en sí le cueste mucho más trabajo luchar por sus derechos. Participé en la marcha del 23 de abril por la defensa de la Universidad pública [en Buenos Aires]  y yo decía ojalá un día nosotros en Cuba podamos organizar, la izquierda crítica, una marcha de tamaña fuerza. Por eso es que también acá es importante para nosotros aprender de las experiencias de organización, de los desocupados por ejemplo, del movimiento piquetero, porque allá en Cuba crece también la desocupación y el trabajo precario a medida que se desarrolla el proceso restauracionista, Pero es posible dar la lucha contra la restauración capitalista. Es tan posible como que lo estamos haciendo, es posible triunfar, es tan posible como que nos lo estamos proponiendo.

Recientemente una delegación del FIT- Unidad se entrevistó con Pedro Prada, el embajador cubano, para reclamar por los presos del 11 de julio: ¿qué importancia asignan a esa entrevista y cómo impactó en Cuba?                                            

Me parece que no se ha valorado el impacto histórico real que ha tenido esa visita. Nunca, nunca, ningún gobierno de Estados obreros degenerados o Estados mal llamados socialistas había recibido de manera oficial a una delegación abiertamente trotskista, menos aún para hablar sobre presos políticos. Creo que el gobierno cubano está dando muestras que está en disposición de dialogar  respecto de la liberación de los presos políticos no porque quiera dejar de ser un gobierno represor, sino que le conviene al gobierno cubano liberar los presos políticos a raíz de conversaciones con el FIT- Unidad porque sabe perfectamente que liberando presos políticos eso mejoraría mucho las relaciones con Estados Unidos. Y en el caso de hacerlo a raíz de conversaciones con el FIT-Unidad no aparecería como una concesión a Estados Unidos ni el Europarlamento, sino por conversaciones con organizaciones de izquierda, comunistas. Pedro Prada, el embajador cubano, es muy hábil, una de las cabezas de los diálogos entre la guerrilla colombiana de las FARC con el gobierno de Juan Manuel Santos que concluyeron con el pacto de La Habana. Más allá de eso, creo que la clase trabajadora cubana, de cuyas filas han salido la inmensa mayoría de los presos injustamente condenados por marchar el 11 de julio, ha recibido muy positivamente esta iniciativa del FIT- Unidad que refuerza los vínculos que unen a los revolucionarios argentinos con los cubanos y que se pueden rastrear desde el ejemplo internacionalista del Che.

 Hace pocos días Alina López, prestigiosa intelectual de la “izquierda crítica” perseguida sistemáticamente por el gobierno, ha denunciado un nuevo intento de arresto sumamente violento: ¿qué sabés de su situación?    

Alina estaba intentando llevar su protesta al parlamento cubano. Y el gobierno cubano no quiere arriesgarse a esta situación. Como la misma Alina me había dicho en algún momento, medio que pensaron que se iba a limitar a protestar en el parque central de Matanzas, pero que no se le iba a ocurrir ir a La Habana. Ya eso es una situación mucho más complicada para el gobierno cubano, ellos temen que Alina se les convierta en una nueva Tania Bruguera, que fue la que logró aupar y coordinar aquel colectivo intelectual crítico que fue el 27, que fue un dolor de cabeza en 2020. Y por eso nada más que Alina trató de llegar a La Habana para manifestarse fue reprimida, incluso con violencia física en su contra. Esto es un ejemplo de cuán complicada está la situación. Yo siempre digo que lo que pasa es que no había una represión de este tipo contra la izquierda, sino una represión contra la contrarrevolución. Y por tanto los intelectuales de izquierda lo único que sentíamos era la censura que muchas veces aparecía como justificada por la supuestamente necesaria defensa de la revolución. Pero después del 11 de julio y de la profundización del proceso de restauración apareció abiertamente una izquierda crítica, de la que Comunistas forma parte, y entonces es otro tipo de represión. Estábamos acostumbrados a lidiar con la censura, unos más otros menos, pero según se acerca el gobierno a la consumación de la restauración del capitalismo tiene que volverse cada vez más represivo contra la izquierda, porque sabe que van a venir estallidos por todas partes. Es inevitable, eso es inevitable.

El sábado 20 se estrenó en el Bafici el documental “La Habana de Fito” [del músico y director rosarino Fito Páez], que en Cuba provocó un acto de censura de parte del gobierno y la protesta de los cineastas de la isla: ¿cómo fue ese episodio?

El documental sobre Fito fue primero censurado y después proyectado por televisión sin autorización del director, como para tener una coartada, decir “nosotros lo pasamos”. Y después fue secuestrado. Y los cineastas cubanos reaccionaron, sacaron una declaración y se organizaron en una asamblea. Es otro de estos pequeños pero continuos detonantes que son imposibles de evitar. El gobierno cubano tiene una situación tan crítica políticamente que es imposible que no reprima. Si el gobierno cubano hace aperturas políticas puede pasar como pasó con Gorbachov, como pasó con el campo socialista de la Europa del este, como en el caso polaco o el caso checo, cuando empezaron a ver reformas de apertura política el edificio crujió. No está consumado el proceso de restauración capitalista y necesitan la represión para poder consumarlo, para poder continuar el proceso de restauración hace falta reprimir. Y te van a ir protestando en cualquier lugar, se te van a ir enfrentando desde cualquier lugar. Y si tú retiras esos andamios de la represión se te desploma el edificio que está extremadamente carcomido. Y el burócrata quiere seguir teniendo esa propiedad, pero hay que ver cuánto dura ese edificio.

Viniste a la Argentina entre otras cosas porque estás coordinando el próximo Evento Internacional León Trotsky, que se va a hacer en la UBA en octubre. ¿Qué es el Evento León Trotsky?

El primer evento León Trotsky se realizó en La Habana entre el 6 y 8 de mayo de 2019. Se trata de un evento que reúne tanto a intelectuales estudiosos del trotskismo como militantes de fuerzas trotskistas. La fecha en que concluyó aquel evento en Cuba no fue casual, sino un golazo que le metimos a la burocracia cubana porque es el día en que cae asesinado por el estalinismo Sandalio Junco, el fundador del primer partido trotskista cubano. Esto yo no lo dije en la preparación sino al final del evento el último día. Y algunos investigadores presentes habían sospechado que la coincidencia era bastante grande. Ahí mismo un grupo de brasileños, el historiador Daniel Perseguín, Karina Quintanilla y el músico Flo Menezez hicieron la propuesta de que el evento fuera itinerante, que tuviera un carácter internacionalista. Y ahí se decidió que el próximo evento se realizara en Brasil. A pesar del coronavirus se hicieron dos pre eventos de manera virtual en el ‘20 y en el ‘21 tratando de mantener viva la chispa, llamados “Trotsky en permanencia”, una idea de Marcio Lauria que terminó siendo el gran coordinador por decirlo así del segundo evento junto a Morgana Román y Renato Fernández, y que se realizó en la Universidad de San Pablo en el 2023.  Y una de las cuestiones más importantes del segundo evento de Brasil es que volvió a superar las diferencias y poner en mesas comunes a organizaciones trotskistas e intelectuales que tienen dispares posiciones. Eso generó debates muy calientes pero muy aportativos. El evento de Brasil estuvo dedicado al centenario de la revolución alemana de 1923, en Cuba completamente desconocida, en la que fue muy útil la mesa que al respecto compartiste tú con Isabel Loureiro y Osvaldo Coggiola. Y ahora este tercer evento, uno de los motivos por lo que estoy aquí en Argentina, estará dedicado al centenario de la muerte de Lenin, con una mesa inaugural “Lenin y Trotsky” y una charla de apertura con una sorpresa que ya develaremos. El evento se está construyendo con calma, con tiempo, con mucho debate entre intelectuales y las organizaciones del FIT Unidad y otras organizaciones trotskistas. Tú estás como fuiste designado en Brasil coordinador del evento, teniendo los mayores dolores de cabeza que implica organizar estas reuniones que se están realizando en el  CEHTI [Centro de Estudios Históricos de los Trabajadores y las Izquierdas], que además de participar en la organización del evento nos presta las instalaciones, así que aprovecho para agradecer a los compañeros [Hernán] Camarero y [Hernán] Díaz de ese centro de investigación. Escoger Argentina ha sido un gran tino político, porque el III Evento Trotsky se va a hacer bajo el gobierno de Milei. Quién sabe para cuándo se celebre el evento qué estará sucediendo, si habrá un paro general, si el evento será sacudido por manifestaciones, si hasta la policía viole la autonomía universitaria y se cargue algunos presos y tengamos que nosotros salir a reclamar la liberación de algunos expositores. Capaz que el evento sirva como plataforma unitaria y para convocar a los jóvenes a unirse a la militancia por el socialismo. Y hay que ir pensando dónde irá el próximo evento. Yo quisiera que regresara a Cuba, pero es extremadamente difícil. Sin embargo, quién sabe…