Internacionales

14/11/2023

En la Franja de Gaza, los enfrentamientos y la masacre continúan

Más de 11 mil palestinos muertos. Los hospitales, rodeados por tanques de guerra.

Los bombardeos afectaron más de la mitad de los edificios del enclave

Las Fuerzas de Defensa Israelíes (FDI) capturaron este lunes 13 el parlamento de Gaza y la Facultad de Ingeniería, en el norte del enclave. Tras estos avances, el ministro de Defensa Yoav Gallant aseguró que Hamas “ya no controla la Franja”. Sin embargo, la toma del edificio legislativo no es un hecho determinante en un conflicto complejo que el propio primer ministro, Benjamin Netanyahu, anticipó que sería “largo y difícil”.

Los campos de batalla y la catástrofe humanitaria

La ofensiva israelí ha elegido como uno de sus blancos predilectos a los hospitales, que en el norte del enclave se encuentran rodeados por los tanques sionistas. “Bombardearon los depósitos y los pozos de agua, bombardearon también la bomba de oxígeno. Han bombardeado todo el hospital. Así que apenas sobrevivimos”, denunció un cirujano del hospital Al-Shifa, el principal de la Franja, que quedó el lunes fuera de funcionamiento debido a los ataques aéreos y el bloqueo israelí, que lo dejaron sin el combustible necesario para alimentar los generadores eléctricos. Decenas de pacientes, incluyendo varios bebés, murieron como consecuencia de esta acción criminal.

En los combates con los milicianos de Hamas, la Jihad Islámica y las otras organizaciones de la resistencia armada palestina, las FDI afirman que han sufrido 46 bajas. Según un artículo del Washington Post, reproducido por La Nación (12/11), el mayor golpe recibido por el ejército sionista fue el ataque con un misil antitanques contra un blindado, que dejó nueve muertos a fines de octubre. La misma fuente asegura que esos misiles son el arma más efectiva con que cuentan las milicias palestinas, a diferencia, por ejemplo, de los cohetes, cuyos lanzamientos son casi por completo interceptados por el escudo Domo de Hierro. Las organizaciones armadas palestinas contarían con mejor armamento que en el pasado, habiendo sumado material de contrabando proveniente de algunas guerras en la región (Libia, Irak, Siria, Sudán), no obstante lo cual, en el plano estrictamente militar, la desproporción de fuerzas entre los bandos sigue siendo descomunal. Tel Aviv celebra haber perfeccionado la defensa de sus blindados, sin lo cual las bajas recibidas en esta invasión serían mucho mayores.

Mientras tanto, a raíz del bloqueo israelí, la agencia de Naciones Unidas para refugiados señaló que en 48 horas debería frenar una parte sensible de sus labores humanitarias, ya que se están por agotar sus reservas de combustible. Negocia por ello, con Israel, un nuevo acuerdo de provisión. El desabastecimiento complica también la distribución de la poca agua potable disponible en el enclave.

La situación humanitaria es verdaderamente dramática. Así lo resume una cronista de la agencia AP: “horas de espera para un bidón de agua salobre que provoca vómitos. Sarna, diarrea y enfermedades respiratorias en refugios colmados. Y en algunas familias hay que decidir quién come. Así se vive en Gaza hoy (Clarín, 10/11).

El imperialismo

El imperialismo apaña la acción genocida de Israel, que ya dejó 11.240 muertos, de los cuales 4.630 son niños, según el último parte del Ministerio de Salud gazatí. El presidente norteamericano, Joe Biden, en el colmo de la hipocresía, señaló que espera “acciones menos intrusivas (?!) en relación con el hospital (de Al-Shifa)”.

La Unión Europea, por su lado, emitió un comunicado que, en lugar de condenar los bombardeos contra hospitales, escuelas y centros de refugiados, condena… ¡a Hamas!, acusando a la organización de usar “escudos humanos”, que es el pretexto con el que las FDI justifican sus operaciones criminales.

La Casa Blanca acaba de bombardear una serie de objetivos iraníes en el este de Siria, donde Teherán tiene efectivos diseminados que apoyan al gobierno de Bashar al-Assad, en el marco de la larga guerra civil que atraviesa el país levantino. Estos lanzamientos aéreos habrían dejado nueve muertos y fueron presentados como una represalia ante los múltiples ataques contra objetivos militares estadounidenses en Siria e Irak, donde Washington tiene desplegados 900 y 2.500 soldados, respectivamente. Para apuntalar aún más su presencia en Medio Oriente, Biden ordenó, desde el 7 de octubre (fecha de la incursión de Hamas en territorio israelí), el viaje de un portaaviones al Mediterráneo oriental y sumó decenas de aviones en países del Golfo Pérsico en los que ya cuenta con bases militares.

Biden actúa a contramano de la población norteamericana, que reclama mayoritariamente un cese al fuego (un 66% de los encuestados, según un sondeo del New York Times). La organización antisionista Jewish Voice for Peace, que ya había protagonizado la toma del Capitolio, ocupó las instalaciones de gobierno en Oakland, California, para demandar el fin de la masacre. En el Reino Unido, en tanto, una movilización cercana al millón de personas precipitó la caída de la ministra del interior, Suella Braverman, que hace algunas semanas había dicho que ondear la bandera palestina podía ser considerado un delito.

No bombardeen Beirut

Israel, por su parte, amenazó con bombardear Beirut, la capital del Líbano, si Hezbollah profundiza sus operaciones en la frontera. La milicia chiíta incrementó el lanzamiento de cohetes, pero rehúye un paso más decidido, lo que ha despertado malestar e inconformismo en las masas gazatíes.

El elemento más desestabilizador de la situación sigue siendo la propia ofensiva sionista, que plantea como uno de los escenarios posibles la regionalización del conflicto. En la Casa Blanca, crece la preocupación de un estallido en Cisjordania, donde las fuerzas israelíes asesinaron a siete jóvenes en Tulkarem en las últimas horas, y donde las bandas de colonos armados practican cotidianamente atentados contra los agricultores palestinos. El gobierno yanqui apuesta a que la Autoridad Palestina (AP) pueda jugar un rol de contención en el área y postula, incluso, como una variante, que la AP asuma en un futuro (derrota de Hamas mediante) el control administrativo de Gaza, una opción que Netanyahu, de momento, rechaza.

La acción genocida que está en curso por parte de las fuerzas israelíes plantea la necesidad de masificar la movilización internacional, siguiendo los ejemplos del Reino Unido y del mundo árabe, donde las protestas también envuelven a cientos de miles de personas.

https://prensaobrera.com/internacionales/primer-mes-en-gaza-una-destruccion-sin-precedentes