Les traigo el saludo y la solidaridad de los marxistas revolucionarios de Turquía, de los obreros del vidrio, de la industria petrolera, del neumático y de los textiles en lucha, de las madres kurdas, cuyos hijos perdieron la vida durante veinte años de lucha contra la bárbara opresión del Estado turco, de las llamadas “madres de los sábados”, familiares de los desaparecidos turcos y kurdos. Les traigo el saludo de los obreros y revolucionarios de mi país que, en la marcha del 1° de Mayo del 2002, llevaron una bandera que decía: “¡Vivan los piqueteros argentinos!”.

Esta reunión me dejará recuerdos e impresiones imborrables. Hablé en mi propio país a audiencias más numerosas, pero jamás había hablado ante un número tan grande de obreras y obreros revolucionarios que son los hijos de una revolución en marcha. Voy a llevar todo lo que aprendí a mi país y mi región; voy a llevar este pañuelo (el del Polo Obrero) a los obreros turcos.

En esa región del mundo se prepara la revolución. La ocupación ya lanzó a millones de iraquíes a la lucha antiimperialista; los palestinos resisten heroicamente la opresión cruel del Estado sionista y de Sharon, el carnicero de Sabra y Chatila. Las masas árabes salen a las calles a pesar de la represión de los déspotas árabes, instrumentos del imperialismo yanqui. Todo muestra que los obreros y el pueblo de Irán está pronto a rebelarse contra el régimen despótico de los clérigos, pero tienen cuidado de que no sean los yanquis los que saquen ventaja de sus luchas. El pueblo kurdo, colonizado por cuatro regímenes reaccionarios de Medio Oriente, está engañado por su dirección, que colabora de manera deshonrosa con los invasores imperialistas; pero por sus justos reclamos históricos y su tradición de lucha, también ellos entrarán en la lucha revolucionaria de los pueblos de Medio Oriente. Queda mi propio pueblo: la clase obrera turca tiene una gran tradición de lucha; de 1960 a 1980, la clase obrera turca sacudió el sistema hasta sus raíces. Nosotros, los marxistas revolucionarios, estamos resueltos a superar esa crisis de dirección, ganar la vanguardia obrera y llevar a la clase obrera a la revolución. En este camino, tenemos mucha confianza en la Coordinadora por la Refundación de la IV Internacional.

¡Fuera el imperialismo del Medio Oriente! ¡Victoria a la insurgencia iraquí! ¡Abajo el sionismo! ¡Por una Palestina laica, democrática y socialista! ¡Viva la revolución en Medio Oriente! ¡Viva la revolución mundial! ¡Viva la IV Internacional!