Enron y la crisis mundial

El colapso del pulpo Enron es un hecho verdaderamente excepcional, “una implosión sin fondo tan súbita y de tal magnitud como ninguna otra en Wall Street” (The New York Times, 30/11). La empresa tenía activos por 70.000 millones de dólares, 3.500 subsidiarias y asociadas en todo el mundo, ingresos anuales por 100.000 millones de dólares y su sitio de comercio electrónico realizaba transacciones diarias por 5.000 millones de dólares.


Capitalismo


Enron utilizaba un sistema de contabilidad “trucha” y variados artificios financieros para ocultar sus deudas y sus pérdidas e inflar sus ingresos y beneficios. “Cuando su balance al 30 de junio mostraba 14.000 millones de dólares de deudas, la firma debía cerca de tres veces esa cifra” (International Herald Tribune, 14/12).


Pero Enrón no es una “excepción”: “Las empresas de Estados Unidos se esmeran en ocultar sus pérdidas (para lo cual) utilizan formas de medir sus resultados que confunden a los inversores (…) Este año las firmas pasarán a pérdidas la cifra récord de 125.000 millones de dólares, mayormente por activos e inversiones que ya no valen tanto como creían” (Business Week, 21/11). La noticia de que una competidora de Enron *El Paso Energy* utilizaba los mismos artificios financieros derrumbó sus acciones. En la prensa ya se discute abiertamente qué empresa será “la próxima Enron” (The New York Times, 9/12).


Desregulación


El verdadero “gran negocio” de Enrón eran los “contratos de riesgo”, que debían cubrir a las empresas contra las violentas oscilaciones de los precios.


La caída comenzó como consecuencia de un derrumbe de los precios del petróleo, luego que Enron hubiera especulado con un futuro aumento. Enron debió afrontar grandes pérdidas. Lo mismo le sucedió en otros mercados como los metales, telecomunicaciones e Internet.


El derrumbe en energía es tan pronunciado que “hace un año, era necesario pagar un sobreprecio para comprar una turbina; hoy hay por lo menos 100 turbinas en venta”… que no encuentran comprador (The Wall Street Journal, 30/11).


Crisis bancaria


Para los analistas, sin embargo, Enron “no creará la mayor crisis bancaria de la historia” (Financial Times, 1/12) por la simple razón de que el monto de sus deudas representa una pequeña fracción del capital de sus acreedores. Es como creer que un vaso jamás se podrá rebalsar porque la gota representa “una pequeña fracción” de la capacidad del vaso.


Lo que plantea un “riesgo sistémico” no es sólo el monto de las deudas de Enron *verdaderamente enorme y para peor “oculto” y en gran medida sin garantías físicas. Los bancos operan con un sinnúmero de empresas que serán golpeadas por la caída de Enron. También serán golpeadas las empresas de energía que no operaban con Enron, porque “los inversores se retiran masivamente” de ese sector (ídem). Sus propios directivos anuncian que “muchas compañías navieras serán forzadas a la quiebra por la quiebra de Enron” (Financial Times, 2/12). También sufrirán grandes pérdidas las aseguradoras “que venden bonos de garantía (…) que son utilizados para garantizar otros contratos financieros” (ídem). Es decir que se plantea la posibilidad de una ruptura de la cadena de contratos y de pagos, tanto en los Estados Unidos como internacionalmente.


Las pérdidas por Enron se suman a otros negocios fallidos de los bancos: las pérdidas del Deutsche en la Bayer alemana; las pérdidas de los bancos españoles en Argentina; la montaña de créditos incobrables de la banca japonesa; o las pérdidas de la inmensa mayoría de los bancos en las siniestradas ramas de las telecomunicaciones, Internet, transporte aéreo y seguros. Todo el cuadro de recesión mundial ha elevado a récords históricos el número de defaults e incumplimiento de deudas.


Esta situación de conjunto explica que las acciones del Citi y el Morgan se hayan derrumbado un 5% en un solo día y que las autoridades japonesas hayan inyectado la friolera de 210.000 millones de dólares en el sistema bancario en prevención de los golpes que sufrirán por la quiebra de Enron (Financial Times, 4/12).


Lucha de buitres


La perspectiva de que sólo se recupere el 25% de las deudas de Enron (Financial Times, 2/12) ha desatado una lucha feroz entre sus acreedores. El Citibank y el suizo UBS pretenden apoderarse de su negocio más jugoso, su sitio de comercio electrónico. Pero las perspectivas de este último “salvataje” no son muy claras, porque exige que los bancos aporten mayores fondos… a un sitio comercial del cual los operadores huyen en estampida. Por otra parte, choca con la oposición de los restantes acreedores, que reclaman que se liquiden los activos para cobrar sus deudas.


La lucha por los despojos de Enron agravará, todavía más, las catastróficas consecuencias de “la mayor quiebra de la historia de los Estados Unidos”.