Internacionales
27/5/2004|852
Es necesario denunciar al FA desde ahora
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El desembozado derechismo del Frente Amplio-Encuentro Progresista, sus posiciones abiertamente proimperialistas y sus crecientes compromisos con la Embajada norteamericana, provocan, según el semanario Brecha, un creciente “desagrado” y “malhumor” en las bases frenteamplistas.
Pero Tabaré puede mostrar todo su derechismo sin prejuicios, dice Brecha (21/5), porque tiene “una ventaja frente a otras experiencias de la izquierda europea (caso del socialista francés Lionel Jospin): no tiene fugas hacia la izquierda”. En otras palabras, los trabajadores uruguayos son rehenes de un frente que se propone gobernar para el imperialismo y “los dueños del Uruguay”.
La responsabilidad primaria por esta situación recae en la llamada “izquierda frenteamplista”, cuyas direcciones abandonaron toda reivindicación obrera y popular para “morder” del presupuesto del Estado. Pero tampoco la izquierda que está fuera del Frente Amplio esta dispuesta a enfrentarlo en el terreno electoral. Esta izquierda, como Zabalza o el MRO, se propone, dice, “acumular fuera de las elecciones”, o sea no darle pelea al FA-EP.
La afirmación de Brecha es una confesión del peligro potencial que la izquierda revolucionaria representa para la proimperialista seudoizquierda uruguaya.
El planteo que el Partido de los Trabajadores dirigió a un conjunto de organizaciones obreras y de izquierda (construir un Frente de Trabajadores que dispute con el FA-EP en todos los terrenos), incluido el de las elecciones, da una respuesta al conjunto de los problemas políticos que enfrenta la vanguardia obrera uruguaya. Sus propios detractores se ven obligados a reconocerlo