Los dichos de Mujica en referencia a Cristina Kirchner ("esta vieja es peor que el tuerto") no son simplemente una manifestación de chochera de un presidente viejo.

La historia se repite: en 2002, el presidente Jorge Batlle, pensando también que los micrófonos estaban apagados, dijo: "Los argentinos son una manga de ladrones, del primero al último".

No es una coincidencia ni una cuestión de edad, sino que responde a otro fenómeno: la defensa de los capitales instalados en nuestro país.

Mujica defiende a los capitalistas locales e internacionales instalados en Uruguay frente a las medidas proteccionistas que ha tomado Argentina (hay una caída, en el último año, del 15 por ciento de las exportaciones al vecino país), producto de la profundización de la crisis mundial en la región. En la última semana de marzo, el ministro de Economía les dijo a los exportadores: "Olvídense de Argentina".

La ‘preocupación nacional’ por el proteccionismo argentino les ha dado la excusa a las patronales para despedir a más de mil trabajadores del sector de la vestimenta, la industria automotriz, trabajadores gráficos y de la industria del papel (El País, 14/3). Medida que el PIT-CNT no enfrentó. La ‘solución’ a este problema fue la movilización en conjunto en algunas fábricas, con las patronales, contra las medidas proteccionistas argentinas, pidiendo subsidios.

Como se ve, ésta ha sido también la excusa del gobierno para entregar sólo durante el año pasado 307 millones de dólares en subsidios a los capitalistas de estos sectores, para ocultar que el problema obedece a una recesión.

Lo que con claridad evidencia este ‘escándalo’ es el agotamiento del Mercosur y, por lo tanto, el fracaso de la integración capitalista sur-sur. La unidad latinoamericana tiene un límite insalvable sobre bases capitalistas. El proteccionismo manifiesta que los gobiernos de la región han decidido actuar en custodia del gran capital instalado en sus naciones. Ya el año pasado se escucharon voces desde el gobierno uruguayo -con el apoyo de la oposición de derecha- reclamando la posibilidad de concretar tratados de libre comercio por afuera del Mercosur.

La crisis muestra que el proyecto ‘nacional’ de ‘integración’ de la burguesía latinoamericana se agota en un marco de creciente crisis mundial y, por lo tanto, de agudización de la lucha comercial entre las principales potencias. La crisis del comercio internacional desintegrará al Mercosur. Estamos ante un evidente fracaso de la burguesía nacional. Los objetivos de independencia nacional de nuestro continente sólo podrán alcanzarse por medio de la unidad socialista.