El gobierno de Pedro Sánchez informó este lunes 8 una serie de medidas contra Israel ante el genocidio en la Franja de Gaza, que incluye la prohibición de la compra y venta de armas a ese Estado, la prohibición de la importación de productos elaborados en los asentamientos coloniales y el refuerzo del apoyo a la Autoridad Palestina. El gobierno israelí cuestionó estos anuncios, lo mismo que los fascistas de Vox y una de las principales espadas del PP, Isabel Díaz Ayuso, quienes brindaron un apoyo cerrado al Estado sionista. Pero, ¿qué alcance real tienen los anuncios de Sánchez?

En teoría, el gobierno español ya aplica un embargo de armas a Israel desde octubre de 2023, por lo que el plan consiste, en rigor, en un decreto para consolidar esa medida. Sin embargo, en la práctica, el Estado Español siguió comprando y vendiendo armas a Tel Aviv desde aquella fecha, sin mayores pruritos. Un informe del Centre Delás de Estudios por la Paz, de mayo de este año, certificó un total de 134 operaciones (Diario Socialista, 7/5). Para entonces, ya habían muerto más de 50 mil personas en el territorio costero y regía un bloqueo total al ingreso de alimentos, combustibles y medicinas.

Es evidente que Sánchez se está reacomodando, en medio de grandes movilizaciones y acciones en el Estado Español y en todo el mundo contra el genocidio. Pero además, se trata de medidas limitadas, puesto que el Estado Español no rompe relaciones con Israel.

Sánchez se encargó de aclarar, además, que defiende el derecho de Israel “a garantizar su seguridad y a prosperar”. No cuestiona al Estado colonialista como tal, nacido como un ariete del imperialismo para el control de Medio Oriente, sino solo los aspectos más escabrosos de la ofensiva en curso. “Lo que el primer ministro Benjamin Netanyahu presentó como una respuesta militar a los atroces atentados terroristas de Hamas ha acabado convirtiéndose en una oleada de ocupaciones ilegales, en un ataque injustificable contra la población civil palestina”, apuntó. El presidente español se expresó, también, a favor de una solución de dos Estados, pero esa salida solo conduciría, en el mejor de los casos, a un microestado palestino totalmente cercado por Israel. El refuerzo del apoyo a la Autoridad Palestina es parte de esta misma estrategia, que busca, además, el desarme y salida del poder de Hamas en Gaza.

Las tardías medidas del gobierno español son ilustrativas de la hipocresía que caracteriza a los gobiernos europeos, que, mientras fingen preocupación por la situación humanitaria, o adoptan sanciones menores, mantienen sus acuerdos fundamentales con Tel Aviv, como es el caso del tratado Unión Europea-Israel y la venta de armas, que se concentra, fundamentalmente, en Alemania.

El aliado del pueblo palestino no son estos gobiernos, sino los pueblos del mundo.

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