Con excepción del paro de media jornada del PIT-CNT de Uruguay, la prometida jornada de lucha de las centrales sindicales del Mercosur, para cuando se reunieran los presidentes nacionales en Fortaleza, Brasil, resultó un fiasco. Las centrales argentina y brasileña se encuentran negociando la flexibilidad laboral y la liquidación de conquistas obreras, y adhiriendo a los planes de privatización de la salud del Banco Mundial.

No cabía esperar un posición internacionalista de las burocracias, cuando ellas mismas sostuvieron que su propósito era “por la participación de los trabajadores en los acuerdos internacionales” (Vicentinho en Gazeta Mercantil, 30/9). Como sus homólogas europeas, quieren darle ‘contenido social’ a la política capitalista, y para peor, sin mover un dedo. El burócrata Moyano emuló muy mal a los camioneros franceses, que recientemente le doblaron el brazo al gobierno imperialista de su país, al protagonizar en la frontera argentino-brasileña una protesta contra el “transporte ilegal”. Otra vez más defendiendo a los patrones. ¿Y la superexplotación legal e ilegal de los camioneros?

La unidad de los trabajadores de los países del Mercosur se hará contra sus gobiernos, no a sus pies.