En estos momentos en Francia está siendo ferozmente reprimida la Marcha Blanca, convocada por la madre de un joven estudiante secundario y repartidor de 17 años que fue fusilado por la policía este martes.

Se trata de Nahel, un joven de origen argelino, que fue detenido en un control vehicular por la policía y amenazado por “portación de rostro”. Asustado por las amenazas trató de arrancar y ahí le dispararon a quemarropa causándole la muerte en forma instantánea. No se trata de un hecho aislado: en Francia se vienen repitiendo ajusticiamientos y represiones policiales especialmente sobre las comunidades de inmigrantes que viven en la periferia de París y otras grandes ciudades y que son el sector más explotado de los trabajadores.

Esto ha producido en el pasado fuertes levantamientos populares partiendo de esas barriadas. Ahora volvieron a producirse combativas movilizaciones las últimas dos noches. Pero la madre de Nahel convocó a una Marcha Blanca reclamando justicia para hoy, jueves, durante el día. Marcha multitudinaria que está siendo gaseada y apaleada.

El accionar del policía que disparó a quemarropa y mató a Nahel no es un hecho aislado. La policía francesa ha sido cebada por leyes que la habilitan al “gatillo fácil” y la creación de cuerpos represivos especiales cada vez más violentos (las motos con acompañante disparando gases y balas de “goma”). Es una reacción del Estado ante la creciente belicosidad y movilización del pueblo trabajador y explotado de Francia (“chalecos amarillos”, la gigantesca lucha de millones de trabajadores contra la reforma previsional antiobrera que eleva en dos años la edad para el retiro jubilatorio, etc.).

Cada víctima de la brutalidad policial fue siempre justificada por el gobierno de Macron como una medida de autodefensa del personal que tenía amenazada su vida. Esta vez se intentó lo mismo. Una primera versión policial afirma que sus vidas corrían peligro porque el conductor había amenazado con atropellarlos.

Pero… esta vez todo el operativo fue videado. Publicado en medios y redes muestra cómo uno de los dos agentes lo retiene a punta de pistola y le dispara a quemarropa. En la grabación se escucha nítidamente: “Vas a recibir una bala en la cabeza”.

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Marche blanche pour Nahel à #Nanterre

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El agente que disparó “se encuentra en custodia policial en el marco de una investigación por homicidio voluntario por parte de un funcionario público, indicó la Fiscalía” (Página 12). Al mismo tiempo se habría abierto otra investigación sobre los antecedentes de Nahel.

El “sindicato policial” France Police sacó un comunicado justificando la muerte del joven: “Al parar su vehículo, protegieron su vida y la de los demás usuarios. Los únicos responsables de la muerte de este matón son sus padres, incapaces de educar a su hijo” (ídem).

Los “sindicatos” policiales bajo el sistema capitalista son un instrumento de apoyo y defensa de los represores. Los policías no son trabajadores, son esbirros del Estado opresor capitalista. Luchamos por la disolución de todas las instituciones represivas.

No conocemos todavía pronunciamientos del movimiento obrero francés. Pero la Intersindical, la CGT y todas las organizaciones obreras, debieran no solo sacar un comunicado, sino decretar un paro y movilización de toda la clase trabajadora.  Así ganaría fuerza para enfrentar los próximos ataques contra las masas que prepara Macrón y reabrir la lucha por la derogación de la reforma previsional antiobrera. Sumaría a la juventud precarizada del conurbano, la más explotada y sumergida de los trabajadores franceses.

https://prensaobrera.com/internacionales/grecia-uno-de-los-peores-naufragios-de-la-historia