Francia: la lucha en una semana decisiva

La gran lucha de la clase obrera y la juventud francesa contra el proyecto jubilatorio de Sarkozy ha entrado en una etapa de definiciones. Luego de la jornada de huelga y manifestaciones del martes 19, el paro por tiempo indefinido en las refinerías, los bloqueos a las plantas distribuidoras -que amenazaron con paralizar el país ante la escasez de combustible-y, sobre todo, la irrupción del movimiento estudiantil y de la juventud de los barrios marcaron un salto en el enfrentamiento de las masas contra el gobierno de Sarkozy. En los días siguientes, el gobierno contraatacó enviando a la policía para despejar los piquetes y reprimir las manifestaciones juveniles en las barriadas obreras, ante el temor de una repetición de los “disturbios” del año 2005, que pusieron contra las cuerdas al gobierno de Chirac.

En este cuadro, el viernes 22, Sarkozy logró que el Senado finalmente apruebe la reforma jubilatoria: de este modo, ahora sólo resta que ambas cámaras unifiquen los proyectos aprobados; la promulgación tendría lugar a mediados de noviembre. El gobierno espera que el inicio de un receso escolar -que se extenderá por dos semanas- desactive la protesta estudiantil. Durante el fin de semana, Sarkozy logró anotarse un punto, cuando tres de las doce refinerías del país anunciaron el levantamiento de la huelga.

En este contexto, es evidente que las convocatorias dilatorias por parte de las direcciones sindicales a dos nuevas “jornadas” -para este jueves 28 y la siguiente para el 6 de noviembre- ayudan a Sarkozy. “Secretamente, varios dirigentes de las confederaciones sindicales no ven con malos ojos que el movimiento se vaya diluyendo”, dice el New York Times (25/10). Más perspicaz, un analista del Financial Times observa que “al convocar nuevas jornadas de lucha para esta semana, los dirigentes sindicales pretenden satisfacer las demandas de sus militantes y, al mismo tiempo, mantener el control de la situación”, toda vez que “suspender las protestas impulsaría a los más radicalizados” (21/10). El PS y el Frente de Izquierda se sumaron al arco de los que aconsejaron sacar el pie del acelerador.

Sarkozy ha ganado algo de aire, pero no está dicha la última palabra -el contrato de primer empleo, en 2006, fue volteado cuando ya había sido convertido en ley. En Marsella, la situación sigue siendo explosiva. Los estudiantes en todo el país han anunciado que continúan movilizados a pesar de las vacaciones. La jornada de este jueves 28 será un termómetro de la situación. En Francia, las masas han vuelto a plantear una cuestión de poder.