Francia: la lucha universitaria se mete en la elección presidencial

El activismo estudiantil independiente grita: “Ni Le Pen, ni Macron”.

Toma en la Universidad de la Sorbona

El debate sobre la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Francia también se instaló en las universidades galas. El activismo estudiantil se encuentra divido en un punto estratégico.

Por un lado, quienes colocan el eje en “no votar a [Marine] Le Pen” en la segunda vuelta, la contendiente del Frente Nacional. Por el otro, el rechazo a ambas variantes derechistas en danza, que repudia tanto a Le Pen como al actual presidente y candidato a la reelección Emmanuel Macron.

Mientras que la segunda variante apunta a un voto en blanco o abstención, que permita imputar al conjunto del régimen, la primera es un llamado encubierto a votar a Macron como “mal menor”.

Las fuerzas políticas que defienden cada consigna están bien diferenciadas. El rechazo a votar a Le Pen está capitaneado por La Francia Insumisa / Unión Popular de Jean-Luc Mélenchon, que viene de quedar tercero en los comicios, a muy poco de entrar al balotaje, y cuyo rol puede ser clave para garantizar la reelección de Macron. Tras ellos, se encolumnaron las fuerzas tradicionales de la izquierda del régimen, como el PC y el PS, y sectores “anti partido”.

También el NPA, el partido amplio que se reivindica del trotskismo, optó por limitarse a rechazar el voto a Le Pen, con el argumento de converger con los sectores independientes que combaten al fascismo. Así, se colocó en el mismo campo que el ajustador y guerrerista Macron.

Pero, para sorpresa de muchos, la mayoría de los estudiantes movilizados no optó por esta variante, sino por una consigna independiente. Coreó en las marchas y los pasillos de la Sorbona: “ni Le Pen, ni Macron”.

Se trata de un activismo nuevo, que sale a luchar y que, en muchos casos, apoyó o hizo campaña con las fuerzas que se reclaman de izquierda y revolucionarias. Grupos de la izquierda del NPA, e incluso militantes de base en disenso con la orientación de la dirección, impulsaron esta vía y esta consigna.

Este movimiento de lucha encabezó las marchas de decenas de miles sobre París, protagonizó los bloqueos, la toma de las universidades y fue, también, reprimido ferozmente por la policía de Macron. Las autoridades universitarias, colaborando con el gobierno en frenar la lucha, decidieron una nueva virtualización de la cursada.

Una nueva asamblea interfacultades decidirá el rumbo a seguir en la capital francesa, mientras que muchas otras universidades, donde también crece el activismo independiente y combativo, probablemente sean nuevos focos de lucha cuando se reanude el año académico.