Internacionales
7/3/2023
Francia: la movilización obrera puede derrotar al gobierno
La lucha contra la reforma jubilatoria.
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Los trabajadores franceses, en lucha
Este martes 7 de marzo será una jornada determinante en la lucha obrera y popular contra el proyecto del gobierno de aumentar la edad de jubilación de 62 a 64 años. Es la sexta jornada de movilización convocada por la intersindical desde el 19 de enero. A la vez, será sin duda la más combativa y masiva. El movimiento sindical tradicional y organizado mostrará toda su fuerza y también sus límites en la lucha contra el gobierno. La movilización del 7 será seguida por la jornada internacional de la mujer. La disyuntiva y la pregunta es qué pasará a partir del 9 de marzo, como si debiera comenzar una nueva etapa.
El llamado de la intersindical
El llamado de la intersindical (la movilización tiene que "paralizar Francia" con la huelga y las manifestaciones) va más allá de los 5 llamados anteriores, porque utiliza la expresión “paralizar” el país, esto es, una expresión tímida de un llamado a la huelga general. La decisión de una jornada de huelga general se ha extendido a muchos sectores. Por otro lado, se preveen 265 manifestaciones y los servicios de inteligencia descuentan entre 1,1 y 1,4 millones de participantes, esto es en realidad entre 2 y 2,5 millones, una cantidad superior a todas las anteriores, en todas las ciudades del país, grandes, medianas y chicas.
Estos llamados están fundados en la unidad sindical, el acuerdo de las 8 centrales sindicales francesas, dirigido por el dúo CGT-CFDT. La CGT oficia de central combativa y la CFDT actúa en el terreno de la conciliación y el respeto a la ley. Sus dos dirigentes, Philipe Martinez y Laurent Berger, se exhiben juntos, en una alianza estratégica. Para la continuidad del día 9, Martinez llama a la huelga y Berger a que el gobierno deje de ser sordo y retire su proyecto. Están tocando la misma música, aunque en tonos diferentes: no abandonar la ley y el orden y advertirle al gobierno y a la burguesía de que tienen que hacer concesiones significativas para que el esquema siga funcionando.
La realidad de la lucha de clases y de la irrupción política de la clase obrera y la juventud puede fisurar y hasta derrumbar esta unidad y el régimen político. Un conjunto de huelgas ha comenzado antes del día 7 y una serie de sindicatos ya ha anunciado que la huelga va a continuar después del día 9 como huelga “reconductible”, a reconducir día a día a través de asambleas generales. Es el caso de ferroviarios, de los subtes de París, de las federaciones Energía, electricidad y combustibles, Puertos y otras. Se trata de federaciones de la CGT que se encuentran en la oposición a Martinez. Hay que tener en cuenta que el próximo congreso de la CGT es a fines de marzo y que habrá un enfrentamiento sobre la línea de la confederación y la elección del secretario general.
Hay que destacar el acuerdo de los ferroviarios, y de los subtes de París, por la huelga reconductible, que fue firmado por 4 gremios, la CGT, FO, Sur-Solidarios y la CFDT. Sur-Solidarios es el sector más combativo y la firma de la CFDT no acuerda con la línea de la confederación. A estas huelgas anunciadas se podrán sumar otros sectores de la clase obrera. La importancia de la continuidad de la huelga del día 7, y su extensión al sector privado, es una de las incógnitas decisivas para la próxima etapa. Por su lado, el movimiento estudiantil anuncia su entrada en la movilización para el día 9 de marzo, con sus reivindicaciones específicas.
La huelga política contra Macron
Es claro que Francia está viviendo a la vez las premisas, los balbuceos y los vientos tormentosos de la huelga política de masas. Las centrales sindicales hacen todo lo posible para evitarla, con la autoridad que han ganado con su unidad y los millones de participantes en las movilizaciones desde el 19 de enero. Sin embargo, la realidad de la miseria y la explotación capitalistas y la oposición encarnizada de la clase obrera y sus sectores más militantes están imponiendo la realidad de un enfrentamiento político con la encarnación del Estado burgués y los explotados. Esta realidad se nos aparece, además, en una Europa de la guerra, con movilizaciones obreras en diversos países y con una Francia imperialista en retroceso en la competencia del mercado mundial y en sus intervenciones militares. Si las consignas antiimperialistas y contra la guerra no han aflorado todavía es porque la izquierda institucional se ha alineado con las posiciones de la burguesía y porque el Estado interviene con miles de millones y su así llamada política social.
No obstante, ya están presentes las reivindicaciones y movilizaciones por aumentos de salarios, ante una inflación anual creciente del 7,5% y del 15% para los alimentos. Las escuelas y los hospitales se encuentran en una situación catastrófica; las asociaciones de padres y madres tienen que enfrentarse con el cierre de las escuelas y los enfermos con el cierre de camas, la decrepitud de los servicios de urgencia y la falta de médicos en barrios populares y territorios rurales. Las negociaciones entre los "sindicatos" de los médicos liberales y el gobierno terminaron en una ruptura. La austeridad castiga terriblemente a la población explotada y los jóvenes pero no respeta tampoco a los profesionales y cuadros.
En este cuadro, el gobierno está desesperado por obtener la sanción de la ley sobre la jubilación en el parlamento, recurriendo a la restricción de los debates e incluso a la aprobación legislativa sin el voto de diputados y senadores, con un mecanismo conocido como el artículo 49-3 de la Constitución bonapartista de 1958. El debate en el Senado finaliza el domingo próximo y el trámite legislativo se completa a fines de mes. En consecuencia, el gobierno trata desesperadamente de ganar tiempo. Estaremos ante una situación de lucha abierta si todas estas artimañas fracasan y la movilización y las huelgas siguen a la orden del día dentro de algunas semanas.
Las tendencias combativas del movimiento obrero y las organizaciones que se reclaman de la lucha de clases tienen que darse un programa que supere la dispersión actual, que reclame de los sindicatos y las centrales que defiendan realmente los intereses obreros con una movilización efectiva y con la huelga general. A su vez, se trata de impulsar y organizar asambleas en los lugares de trabajo por la huelga, de formar coordinaciones locales y regionales entre militantes y gremios combativos y de intervenir de la forma más agrupada posible.
Inmediatamente después del día 9 se podrá hacer un balance de la generalización de las luchas y las movilizaciones y darse un programa para imponer y extender la huelga política de masas.
París, 6 de marzo
https://prensaobrera.com/internacionales/francia-un-conflicto-fundamental-entre-el-capital-y-el-trabajo/