Internacionales
7/10/1993|403
Francia: “¿Quién manda en los puertos, en los bancos ...?”
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Los ataques patronales contra las condiciones de trabajo no excluyen a ningún país europeo ni a ninguna rama industrial.
En Francia, los banqueros se han lanzado contra el régimen jubilatorio y la duración de la semana laboral. Las patronales pretenden -a la usanza menemista- aumentar los descuentos jubilatorios que sufren los trabajadores, bajar el monto de los beneficios y aumentar la edad de retiro. Al mismo tiempo, han lanzado una campaña contra un decreto de 1937 que establece para los bancarios la semana laboral de cinco días y la prohibición de los turnos rotativos y del trabajo sabatino y dominical. La pretensión de los patrones es tener los bancos abiertos durante los siete días con semanas laborables de seis días rotativos. La primera respuesta a la pretensión patronal fue una huelga de 24 horas y una marcha que, según el periódico francés “Lutte Ouvriere” (24/9), marcó un récord de adhesión entre los trabajadores de los grandes bancos.
En Marsella, los trabajadores portuarios realizaron a mediados de agosto una huelga contra la práctica patronal de reclutar obreros contratados. En 1992, y luego de una larga serie de huelgas de protesta, entró en vigor una “ley de puertos” que “flexibiliza” las condiciones de trabajo. Los portuarios de Marsella -uno de los bastiones del movimiento sindical francés- han respondido con sistemáticos paros parciales (como el de mediados de agosto) y una reducción de los ritmos de trabajo que tiene como “resultado dificultar las actividades del puerto con la imposibilidad, por falta de brazos, de asistir a los navíos, tanto a su arribo como a su partida” (Le Monde, 15/8). “El fondo del problema —declaró un funcionario gubernamental— es saber quién organiza el trabajo en Marsella” (ídem).
El mero planteamiento de esta pregunta —“¿Quién manda, en los puertos y también en los bancos, en la industria?”—revela la envergadura de los choques de clase planteados.