Génova: Sitiada por la revuelta popular

En los últimos días de julio llegarán a Génova para su reunión anual los mandatarios de los países imperialistas y de Rusia (el llamado G-8). Junto a ellos, y para enfrentarlos arriban 200.000 manifestantes de los distintos países de Europa para repudiar la cumbre imperialista.


La manifestación de Génova contra el G-8 es la continuidad de las manifestaciones que tuvieron lugar en Seattle, Praga, Niza, Gottemburgo y otras ciudades contra las ‘instituciones de la globalización’ (el FMI, el Banco Mundial, la Organización Mundial del Comercio, la Unión Europea) y expresan las crecientes luchas del movimiento obrero y la juventud en todo el mundo contra las catastróficas consecuencias de la crisis mundial sobre la vida de las masas. Esta rebelión no se circunscribe, de ninguna manera, a las ‘movilizaciones globales’. Estas no son más que la ‘punta del iceberg’ de las luchas que los explotados desarrollan en todo el mundo, desde los piqueteros argentinos a las huelgas generales de los trabajadores de Indonesia; desde los sin tierra de Brasil hasta las manifestaciones de los metalmecánicos italianos, desde la Intifada palestina a la huelga general de los trabajadores textiles en Bangla Desh.


 


Estado de sitio


A dos semanas de la reunión del G-8, Génova ya ha sido copada por las fuerzas de seguridad y de inteligencia de los países imperialistas, especialmente la CIA norteamericana. Durante los días de la ‘cumbre’, se cerrarán las fronteras italianas y el puerto, el aeropuerto, las autopistas, las estaciones ferroviarias y los mercados de Génova, sitios que serán ocupados por decenas de miles de policías. En un acto supremo de terrorismo contra los manifestantes, los organizadores de la ‘cumbre’ han entregado a las autoridades municipales 200 ataúdes…


El área cercana al Palacio Ducal, donde se realizará la ‘cumbre’, que declarada “zona roja”: sus habitantes no podrán salir de sus casas durante toda la semana; ni siquiera podrán abrir las ventanas. Alrededor de la “zona roja”, los organizadores han dispuesto una vasta “zona amarilla”, en la que sólo podrán circular quienes vivan en ella (con credenciales especiales). Como no podía ser de otra manera, la reunión de los líderes del mundo ‘democrático’ se desarrollará bajo el estado de sitio: ni en la “zona roja” ni en la “amarilla” estarán vigentes, durante la semana de la ‘cumbre’, los derechos constitucionales (especialmente, claro, los que limitan las posibilidades de las fuerzas policiales de detener personas a su entera voluntad).


 


Diferenciación política


Paralelamente a la reunión del G-8, se desarrollará un Foro Social, al que han comprometido su asistencia más de 700 organizaciones. Dentro del movimiento que sustenta al Foro Social, ha comenzado a operarse una diferenciación política, que se ha manifestado en un debate público en los últimos días.


La dirección del Foro, que se identifica políticamente con la que dirigió el Foro Social Mundial de Porto Alegre, es de una naturaleza abiertamente proimperialista. Actuando casi como un representante oficial del imperialismo europeo, Vittorio Agnoletto, vocero del Foro Social de Génova, ha declarado que “la globalización que enfrentamos es sólo aquélla neocolonialista norteamericana (…) un capitalismo que se está comiendo todo” (La Repubblica, 25/6), algo que no dudarían en suscribir los grandes capitalistas alemanes o franceses. Sus planteos de “democratización del FMI” o del “impuesto Tobin” (a los capitales especulativos) han sido abiertamente defendidos por altos representantes de la Iglesia italiana, cuya ‘ala izquierda’ juega un importante papel en el Foro genovés.


La oposición a esta dirección *los grupos ‘anarquistas’* no hace ninguna crítica programática a estos planteos proimperialistas. Se limita a criticar la negativa de los dirigentes del FSG a intentar quebrar el cerco policial para manifestar en la “zona amarilla” y, de ser posible, en la “zona roja”. Para estos grupos, la manifestación de Génova se reduce a provocar un choque *puramente mediático* con la policía. ¡Como si la opresión imperialista pudiera superarse en una batalla campal con la policía genovesa!


En este cuadro, los partidos que luchan junto al PO por la refundación de la IV Internacional participarán en las manifestaciones de Génova y en la lucha política que se desarrollará en torno a ellas para denunciar el carácter proimperialista de la dirección del Foro Social y para producir un reagrupamiento revolucionario que luche por el gobierno de los trabajadores, por la expropiación del gran capital y por la refundación de la IV Internacional. Como en Praga y en Gottemburgo, nuestros compañeros marcharán con banderas contra la Unión Europea de los imperialistas y por la Unidad Socialista de Europa, desde el Atlántico a los Urales.