God save the Queen… y a los kelpers

Para que nuestros lectores puedan formarse un juicio acerca del Socialist Appeal, es necesario conocer su posición frente a la guerra de Malvinas, a las que como leales súbditos de su graciosa majestad denominan Falklands.


Apenas las tropas argentinas desembarcaron en las islas, el SA reclamó el retiro de las tropas de ambos países, denunció que era una guerra entre dos potencias igualmente imperialistas y exigió el respeto del derecho a la autodeterminación… de los kelpers.


"La población de las islas es de extracción y habla inglesa. Si bien sólo hay 1.800 habitantes en las Malvinas, aun así, los marxistas tenemos que tener en consideración sus derechos e intereses. Las reivindicaciones de la Junta sobre las Malvinas, son unas reivindicaciones puramente imperialistas del botín que allí existe (…)" (Ted Grant, "La crisis de las Falklands – Una respuesta socialista", mayo de 1982). Incluso, llegaron a plantear la posibilidad de una guerra, "que los obreros y los marxistas británicos estarían dispuestos a apoyar (…) Pero sólo un gobierno socialista democrático en Inglaterra tendría las manos lo suficientemente limpias como para hacerlo" (ídem). Es decir que la corriente de nuestro contrincante Alan Woods impulsaba la guerra imperialista contra la Argentina.


Veinte años después, el SA continúa reivindicando esta "guerra obrera" por la "autodeterminación de los kelpers". "Ellos (los kelpers) tienen derecho a decidir en cuál de los dos estados quieren vivir. ¿Qué posición deberían haber adoptado los marxistas –sobre todo los marxistas argentinos– en relación de los derechos de ese pueblo? Deberían haberse opuesto a la invasión y la anexión de su tierra (la de los kelpers, LO) por la dictadura capitalista argentina" (Phil Mitchinson, "La guerra de las Falklands – veinte años después").


Aclaremos: Política Obrera (antecedente del Partido Obrero) se opuso a la invasión (fue la única que lo hizo), pero no a defender a la Argentina encabezada por Galtieri contra la flota imperialista de la Thatcher abastecida por la base norteamericana de la isla Ascensión y guiada por los satélites de Reagan.


Pero si no fuera por Galtieri nunca habríamos conocido las posiciones de Ted Grant y Alan Woods sobre la "cuestión nacional" de los kelpers porque, significativamente, antes del 2 de abril no se habían tomado nunca la molestia de reclamar el retiro de las tropas británicas ni la autodeterminación de los isleños. Al igual que la Thatcher, consideran las islas territorio británico ya que definen su ocupación por las tropas argentinas como una "anexión".


Hace ya veinte años, Política Obrera desenmascaraba la naturaleza imperialista de estas posiciones: "¿Cuál es el significado real de que los falklanders decidan su futuro? El mismo por el que fue enviada la flota: la restitución colonial británica. Y esto porque lo único ‘distintivo’ de los falklanders es que son un asentamiento colonial británico: de ahí que su autodeterminación sea formar parte del imperio británico. Nosotros estamos por la autodeterminación de los pueblos como un aspecto de la lucha contra el imperialismo. Pero es un absurdo total plantear la autodeterminación de los colonos imperialistas" (Julio Magri, "Malvinas, Epitafio"; Internacionalismo, agosto/octubre de 1982).


Con los soldados de la Reina, Woods gritaba a todo pulmón, "Argies, go home". Para el Socialist Appeal, las Malvinas son inglesas y no un territorio ocupado colonialmente. Por eso plantearon la "autodeterminación de los kelpers" –que no querían separarse de Gran Bretaña– pero no la independencia de las islas.


Woods prostituye el derecho a la autodeterminación de los pueblos al ponerlo al servicio del reforzamiento de la opresión colonial. Pero como para los marxistas toda reivindicación nacional está subordinada a la revolución proletaria, su planteo de "autodeterminación de los kelpers" debería haberlo llevado a plantear un "gobierno obrero en las Falklands", algo que evidentemente no hizo porque habría puesto en evidencia la completa ridiculez de sus posiciones.


Estos partidarios del "socialismo colonial" son los que atacan al Partido Obrero.