Golfo: La guerra no ha terminado

Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han ocupado el norte de Irak con el pretexto de crear “campos de protección” para los refugiados kurdos. Esto revela que la crisis política del Golfo Pérsico —y aún la misma guerra— están muy lejos de haberse cerrado.

Desde el fin de las hostilidades, el gobierno norteamericano permitió a Saddam masacrar sin piedad las rebeliones kurdas y shiítas, que él mismo había instigado. Los yankis —que ocupan el 20% del territorio iraquí y ejercen un completo control aéreo del país— permitieron a Saddam utilizar helicópteros artillados y tanques contra los rebeldes —aún en violación de las obligaciones del “cese del fuego”— con la excusa de “no interferir en los asuntos internos de Irak” (International Herald Tribune, 11/4). En las montañas del norte iraquí y en las arenas del sur, donde miles de kurdos y shiítas fueron masacrados por Saddam bajo la mirada cómplice del “demócrata” de la Casa Blanca, se esfumaron las pretensiones imperialistas de la “cruzada moral contra el nuevo Hitler”.

Estados Unidos sostiene la “defensa de la integralidad del territorio del Estado iraquí” (IHT) porque “el triunfo de los kurdos y el desmembramiento de Irak desfavorece el equilibrio de fuerzas que Estados Unidos prevé en la región” (Clarín, 5/4). La necesidad de sostener al Estado iraquí como gendarme de las masas explica el interés del imperialismo en la supervivencia de la Guardia Republicana (columna vertebral de ese Estado), de donde espera que salga el reemplazante de Hussein” ¿Estados Unidos quiere o no la caída de Saddam Hussein?” protestaba el Wall Street Journal (13/3). La respuesta la dio James Baker, el Secretario de Estado. “Aunque Washington quiere ver un gobierno diferente en Irak, no quiere ver un ‘vacío de poder’… Mr. Baker agregó que Estados Unidos y los otros miembros de la coalición también quieren ver preservado el territorio de Irak” (IHT, 18/3). Esta “preservación” está incluida en las condiciones del “cese del fuego”.

La prensa imperialista “liberal” fue quien con más énfasis defendió esta posición “Ayudar a los rebeldes podría llevar a la desintegración (de Irak)… Washington podría servir mejor sus intereses dejando a los iraquíes resolver sus propias diferencias y esforzándose por preservar la integridad territorial de Irak manteniendo a sus vecinos (Turquía, Siria, Irán) fuera”, enfatizaba el New York Times en un editorial (3/4).

Pero el emplazamiento de tos “santuarios kurdos” implica, en la opinión de tos propios diplomáticos (IHT, 11/4) “el peligro de la fragmentación de Irak”. Estados Unidos ha violentado la “integridad de Irak” para evitar que la crisis kurda no termine extendiéndose a Turquía y provoque una nueva masacre “a la armenia”.

Turquía “juega un papel clave en el mundo a causa de la guerra del Golfo y la turbulencia soviética” (Wall Street Journal, 22/3). Es que el ingreso de un millón de kurdos iraquíes sería explosivo en un país donde viven 15 millones de kurdos (históricamente oprimidos por el Estado turco) y donde la crisis económica se ha agudizado como consecuencia del cierre de los oleoductos y la retracción del turismo. Sin ilusiones en la posibilidad de participar en la “reconstrucción de Kuwait”, Turgut Ozal, presidente turco, reclama la formación de un “protectorado” en el norte iraquí para frenar el éxodo. Claro que entre las intenciones turcas está la posibilidad de meter mano en el petróleo que hay en el subsuelo del norte de Irak.

El International Herald Tribune (18/4) caracterizó la decisión de Bush como “una bendición para el Reino Unido y Francia”. Precisamente, una de las primeras en formular la tesis de los enclaves fue la “reaparecida” Margaret Thatcher, inmediatamente apoyada por el premier británico y toda la CEE. También la burocracia soviética, que inicialmente expresó “serias dudas en la eficiencia de la propuesta británica”, dio su “visto bueno al sorprendente giro” de Bush, enfatizando su “preocupación por el desarrollo de un proceso que en el mediano plazo modifique las fronteras de Irak” (Clarín, 18/4).

Por sobre todas las cosas, el “protectorado” en el norte de Irak es el gran instrumento que piensa utilizar el imperialismo para aplicar los términos del cese del fuego impuestos por la ONU, que prevén que Irak entregue a título gratuito un 30% de su producción petrolera en concepto de “reparaciones”. Los Bush y los Gorbachov ( y sus respectivos parlamentos) pretenden enriquecerse de este modo a costa de una nación que han destruido, al grado en que el cólera y el tifus están haciendo estragos con la niñez. Para garantizar esta descomunal exacción no está descartada la ocupación de. Bagdad “para imponer un gobierno fuerte” (New York Times, 16/3). La guerra no ha concluido.


Masacre de palestinos en Kuwait “liberado”

La “liberación” de Kuwait por las tropas imperialistas ha servido para una nueva masacre contra el pueblo palestino.

“Alrededor de 2000 palestinos —denuncia la organización norteamericana defensora de los derechos humanos Middle East Watch— han sido detenidos arbitrariamente desde la liberación del país. Docenas fueron asesinados por sus captores kuwaitíes, sus cuerpos mutilados han sido arrojados a los costados de las autopistas para que todos los vean” (International Herald Tribune, 3/4). Los palestinos son secuestrados por tos soldados kuwaitíes o por tos miembros de la “resistencia kuwaití” en sus hogares, trabajos y aún en los hospitales, llevados a lugares secretos de detención (“casas de seguridad”), torturados, y luego deportados o asesinados. “El registro del cementerio de Al Riqqua, un suburbio al sur de Kuwait City, muestra el ingreso al menos de 80 cadáveres no identificados desde que las fuerzas iraquíes fueron expulsadas de Kuwait”, la mayoría de personas entre tos 15 y 30 años, brutalmente torturados (IHT, 20/3). Los testigos describen cómo tos soldados tiran los cuerpos por la noche en tos vecindarios palestinos. Al parecer, los miembros de tos “grupos de tareas” de la ESMA que participaron del “bloqueo naval” se han dado el tiempo, además, para “instruir” a sus nuevos aliados en tos métodos de la “guerra sucia”.

La comunidad palestina está establecida desde hace largo tiempo en Kuwait, donde se le reservaban las tareas más penosas y peor pagas. Al igual que los restantes trabajadores extranjeros, tos palestinos carecían por completo de derechos políticos y sindicales en Kuwait. De tos 400.000 palestinos residentes antes de la invasión, sólo quedan en Kuwait 170.000, contra los que se ha desencadenado esta brutal “venganza ilegal” (IHT, 3/4) por el apoyo de la OLP a Saddam durante la guerra.

El terror contral palestinos ha sido planificado desde la propia cabeza del Estado, y aún por encima de éste. “Diplomáticos occidentales han identificado a siete miembros de la gobernante familia Sabah entre los jefes acusados (de los secuestros)” (IHT, 3/4). El director de Middle East Watch denuncia que “testimonios dados a nuestra organización y a la Cruz Roja Internacional por detenidos liberados sitúan a oficiales norteamericanos en los lugares de detención donde tienen lugar las torturas. El Pentágono y el Departamento de Estado —concluye— conocen mucho más acerca de lo que está sucediendo” (ídem).

La tortura y el asesinato en la noche son el verdadero rostro del “respeto a la ley internacional” que dijeron defender los “cruzados” imperialistas y sus lacayos riojanos.