Gran actividad del EEK y de la CRCI por Ucrania

“Odessa: la última advertencia. Paremos a los nazis y a la intervención imperialista! ¡Por una Ucrania unida, independiente y socialista!”, es el título de la declaración que estructura la campaña internacionalista y militante de las organizaciones de la CRCI luego de la masacre de Odessa, en que cuarenta personas murieron carbonizadas el pasado 2 de mayo, como resultado del incendio criminal de la Casa de los Sindicatos de aquella ciudad del sudeste ucraniano por parte de los grupos fascistas, que integran el gobierno fantoche y proimperialista de Kiev.

En cuestión de algunas horas, la declaración impulsada por el EEK de Grecia ha recibido adhesiones de organizaciones y activistas de Argentina, Venezuela, México, Estados Unidos, Gran Bretaña, Portugal, Finlandia, Hungría, Polonia, Rumania, Grecia, Turquía y Rusia. Entre ellas: Daria Mitina, del comité central del Partido Comunista Unificado de Rusia; Matyas Benyik, miembro del Consejo de la Sociedad Karl Marx de Budapest, y presidente de Attac-Hungría; Raquel Varela, del consejo editorial de la revista Rubra, Portugal; Elizabeth A. Bowman, presidente del Centro para la Justicia Global, San Miguel de Allende, México; militantes de la Izquierda Anticapitalista de Polonia; Mitchel Cohen; Sonia Mitralia, miembro de la Iniciativa de Mujeres contra la Deuda y Austeridad, de Grecia. El llamado ha ganado eco en un sector de la intelectualidad, que se refleja en la firma de profesores, intelectuales y periodistas de universidades y medios de numerosos países. En representación del PO, suscriben la declaración Jorge Altamira, los diputados nacionales Néstor Pitrola y Pablo López, y el legislador porteño Marcelo Ramal. Una declaración previa (18 de abril), que convocaba a la solidaridad internacional bajo la consigna “Estados Unidos, Otan, UE, nazis: ¡aléjense del pueblo de Ucrania!”, y que se pronunciaba “por una Ucrania unida, independiente y socialista” ante la ofensiva militar imperialista sobre los centros proletarios del Este (y que por el PO suscribieron nuestros diputados y legisladores), incorporó la adhesión de los compañeros del agrupamiento trotskista ucraniano Contra la Corriente.

La declaración del 6 de mayo, en primer lugar, clarifica la matanza que la prensa internacional desvirtúa detrás del planteo de un ‘enfrentamiento’, y que al mismo tiempo encubre con el mote de “activistas en favor de Ucrania” a las bandas fascistas del Pravy Sektor y Svoboda. Plantea que “no sólo los oligarcas ucranianos, sino también los oligarcas rusos que tienen intereses invertidos en el este de Ucrania, se oponen a la rebelión y exigen su represión”, subraya que “la cuestión social está en el centro, a pesar de toda la confusión introducida por derechistas nacionalistas rusos”, denuncia “las medidas draconianas del FMI y la UE” y el intento de recolonización del ex espacio soviético, llama al boicot de las elecciones truchas del 25 de mayo, y se pronuncia por “una Ucrania unida, independiente y socialista gobernada por los Consejos de Trabajadores y el pueblo”.

Bajo la consigna “Fuera las manos imperialistas de Ucrania”, el EEK realizó el 8 de mayo una importante concentración frente a la embajada ucraniana en Atenas. Las imágenes que registran la actividad se han “viralizado” y circulan profusamente en el Donetsk. El DIP y el PCL, seccionales turca e italiana de la CRCI respectivamente, programaron también movilizaciones a las embajadas y consulados de sus países. Los compañeros italianos han hecho, además, un llamado a una acción unitaria a las organizaciones antifascistas y de la izquierda. Se trata de una campaña que empalma con protestas que se están desarrollando en otras partes del mundo. El caso más notable es sin dudas el del Estado español, donde centenares de militantes antifascistas se movilizaron a lo largo de numerosas ciudades, entre ellas Valencia, Madrid y Bilbao, bajo la histórica consigna de “no pasarán”.

La campaña militante por Ucrania ofrece la posibilidad de un importante reagrupamiento de fuerzas revolucionarias a partir del desarrollo una acción común.