Gran Bretaña: La huelga de los bomberos en su segunda etapa

Después de una masiva huelga de 48 horas la semana pasada, acaba de comenzar la segunda etapa del plan de lucha nacional de los bomberos británicos: una huelga general de ocho días.


La segunda etapa del plan de lucha comenzó después de que el gobierno de Blair bombardeara un principio de acuerdo establecido entre el sindicato (FBU) y los empleadores, los consejos locales. La nueva oferta patronal llevaba de 11 a 16% el aumento de los salarios, pero lo más importante es que el aumento dejaba de estar sujeto a las cláusulas flexibilizadoras que exige el gobierno de Blair. Precisamente por esto, el gobierno hizo fracasar las negociaciones y atacó la “blandura” de los negociadores patronales: “la andanada de insultos que salió de Downing Street (la residencia del primer ministro) no sólo contra el sindicato de bomberos sino también contra los empleadores (los consejos locales) revela que el laborismo prefiere una larga disputa que aceptar las demandas sindicales (…) Los ministros estaban furiosos por la manera en que los negociadores (patronales) hicieron significativas concesiones al sindicato que traban sus afanes de modernización” (Financial Times, 23/11). Lo que el diario financiero llama “modernización” es, simplemente, la completa flexibilización de los bomberos.


Blair está determinado a quebrar la huelga. Por eso bombardeó las negociaciones y ahora amenaza con que los policías cruzarán los piquetes para sacar las autobombas de los cuarteles, las cuales serán conducidas por camioneros civiles. Pero Blair debe recurrir a los policías y a los camioneros después de que el alto mando militar vetara su orden de que los bomberos militares (que reemplazarían a los huelguistas) cruzaran los piquetes. Pero tampoco esta jugada le salió bien: la cámara patronal del transporte se negó a que los choferes civiles condujeran las autobombas.


Mientras tanto, la huelga y los piquetes siguen fuertes. “El estado de ánimo de los bomberos es de bronca y determinación”, informa un cronista que visitó los piquetes (ídem).