Gran victoria obrera en la Boeing

Los 19.000 ingenieros y técnicos de la Boeing acaban de obtener una resonante victoria sobre el mayor pulpo aeronaútico del mundo. La patronal había querido imponer, en la discusión de los convenios colectivos, un recorte de los beneficios sociales (en particular el seguro médico) y un salario mínimo insatisfactorio. Tras cinco semanas de lucha, con piquetes, “los huelguistas han conseguido todos sus objetivos salariales y no verán recortados sus beneficios sociales” (El País, 18/3).


Inicialmente, los obreros de Boeing no habían mostrado un apoyo decidido a la huelga de los ingenieros y técnicos. Pero en el curso de la lucha comenzaron a aparecer significativas muestras de solidaridad: los obreros lucieron sobre su ropa de trabajo y en sus cajas de herramientas ‘botones’ y adhesivos de apoyo a la huelga. Los activistas y los afiliados de su sindicato (IAM), fuera de sus horarios de trabajo, se sumaron a los piquetes de huelga y organizaron colectas de solidaridad dentro de las plantas. Incluso, aunque los obreros de Boeing afiliados al IAM tienen prohibido, por convenio, ir a la huelga en solidaridad con cualquier otro grupo de trabajadores de la empresa, se organizó una demostración de solidaridad de cinco minutos por turno. Todo esto, decía una publicación norteamericana cuando promediaba la huelga, “está poniendo creciente presión sobre los dirigentes del IAM para ayudar activamente a la lucha” (The Militant, 6/3).


El conflicto también se extendió más allá de la Boeing. Los piquetes fueron visitados por otros sectores de trabajadores en lucha y se convirtieron en un centro de agitación regional. Los camioneros del pulpo de la distribución, UPS, se negaron a atravesar los piquetes para entregar provisiones a la Boeing, y los trabajadores sindicalizados de las empresas de componentes eléctricos se negaron a trabajar para la Boeing mientras duró el conflicto. La central sindical norteamericana, la AFL-CIO, apoyó financieramente la huelga.


Comentando el desenlace de la huelga, un corresponsal dice de la patronal de la Boeing que “su firmeza rayana en la insolencia al principio, es ahora todo humildad” (ídem).