Grecia: la quinta huelga general en cinco meses

El 20 de mayo tuvo lugar en Grecia la quinta huelga general en cinco meses contra las medidas draconianas impuestas por el FMI/UE, y con el nuevo proyecto de ley que destruye los derechos jubilatorios presentado por el gobierno de Papandreu. La participación en la huelga fue del 80 al 100%, más grande que la de la huelga general anterior, el 5 de mayo.

Esta vez, las poderosas manifestaciones también tuvieron lugar en Atenas, Tesalónica y en las principales ciudades de Grecia. Entre ochenta y cien mil trabajadores, jubilados y jóvenes marcharon en Atenas, a pesar de la falta de transporte público (la burocracia del sindicato del transporte público deliberadamente tomó esa decisión; en la huelga general anterior la regla fue tener transporte público de 10 a 16 horas para permitir a los trabajadores de las barriadas alejadas del centro de Atenas, ir a la manifestación).

El gobierno trató, sin éxito, de intimidar a la gente para que no se una a la manifestación mediante una “falsa propaganda” contra la violencia, usando cínicamente como pretexto tanto la trágica muerte de los tres empleados bancarios atrapados por el fuego el 5 de mayo, como el arresto preventivo de 98 jóvenes, y mediante la imposición de un casi estado de sitio en el área de Exarchia (donde comenzó la rebelión de diciembre de 2008).

El acto principal y la manifestación fueron convocadas en Atenas a las 11 horas por el GSEE y por Adedy, las federaciones de sindicatos de los sectores públicos y privados, en Pedion Areos (frente al local central del GSEE). Pero el odiado archiburócrata del GSEE, Yannis Panagopoulos, no se atrevió a aparecer y hablar en el acto.

La última vez que lo hizo, el 5 de mayo, fue detenido por furiosos manifestantes. En una ocasión anterior, estuvo cerca de ser linchado por los trabajadores. Por lo tanto, esta vez escapó a… Alemania, “en visita oficial”.

Los sindicatos combativos, las organizaciones anarquistas y de la izquierda radical se reunieron cerca de allí, en el Museo Nacional y en el Politécnico, y se unieron en una marcha común.

El Pame, la organización sindical del Partido Comunista (KKE), como es usual, llamó a su propio acto separado, una hora antes (10 horas), en la plaza Omonia. Esta vez, el Pame no marchó hacia el Parlamento como lo hizo el 5 de mayo, obviamente para evitar cualquier clase de ataques populares contra el Parlamento como los que tuvieron lugar en la anterior huelga general, los cuales fueron denunciados por el KKE como “provocaciones” (el partido de extrema derecha Laos había acusado al KKE por los ataques al Parlamento). El 20 de mayo, el KKE/Pame “marcharon” en dirección opuesta, a unos pocos cientos de metros de la plaza Omonia, al Ministerio de Trabajo, bloqueando “simbólicamente” la entrada y luego se dispersaron en dirección de Theision, cerca de la Acrópolis y lejos del Parlamento. Jóvenes militantes del KKE, enojados con esta decisión, se unieron a nuestra marcha hacia el Parlamento.

Frente al Parlamento, en la Plaza Syntagma, la masiva manifestación permaneció por más de una hora gritando “¡Ladrones! Ladrones!”. Nuestra consigna por una huelga general indefinida se vuelve más y más popular entre los sindicatos y manifestantes.

La capacidad de lucha de la clase obrera griega permanece intacta y su militancia va creciendo. La bronca popular contra el gobierno, los partidos burgueses parlamentarios, el FMI y la UE, lejos de ir disipándose, está creciendo hacia una crisis política sin precedentes.

Nuestro partido, el EEK, llamó a un Congreso de Emergencia los días 15 y 16 de mayo para discutir la explosiva situación y publicó un manifiesto, ampliamente distribuido en las masivas marchas de la huelga general. Nuestra agitación está enfocada en el llamado a una huelga general indefinida para derrotar el programa del FMI/UE y derrocar el gobierno del Pasok que lo implementa, por la ruptura con la UE/EMU, por la cancelación de la deuda a los usureros internacionales, la nacionalización de la banca bajo control obrero, por la expropiación del capital en los sectores estratégicos de la economía, por la reorganización de todas las relaciones sociales sobre nuevas bases socialistas bajo el poder de los trabajadores y por una expansión de nuestra lucha revolucionaria en toda Europa, por los Estados Unidos Socialistas de Europa.