Haití, el fracaso de la reconstrucción

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¡Fuera las tropas de la Minustah!



Grandes manifestaciones se registraron en Puerto Príncipe, capital de Haití, por el día internacional del trabajador, sumadas a las ya comunes protestas contra el gobierno y la situación social y económica de la isla.

Las consignas son por la duplicación del salario mínimo, de 5 dólares diarios, fuera el presidente Martelly y fuera la Minustah. A poco más de cuatro años del terremoto, que dejó un saldo de 250.000 muertos y más de 2 millones de refugiados, las condiciones en la isla siguen siendo deplorables. El 30% de la población no tiene acceso al agua potable y sólo el 26% cuenta con instalaciones sanitarias. 170 mil haitianos continúan viviendo como refugiados repartidos en más de 300 campos. El Estado se vale de desalojos forzosos en su afán de vaciar los asentamientos temporarios, a la vez que creó un plan de subsidios al alquiler para que los refugiados puedan relocalizarse, insuficiente y manejado de manera punteril por los comités de los campos.

El imperialismo mantiene tercerizada la financiación económica a través de ONG y la represión estatal a través de las tropas internacionales.Los Estados imperialistas y la ONU continúan con la colonización económica y militar de una isla que establece zonas francas para el establecimiento de textiles yanquis que exploten la mano de obra experimentada y más barata del mundo, mientras depende exclusivamente de donaciones de arroz chino para alimentar a su población.

Las tropas de la Minustah, comandadas por Brasil desde 2004, e integradas -entre otros- por los gobiernos ‘progresistas’ de Argentina y Uruguay, están para reprimir cualquier protesta o insurrección que, detonada por el hambre y la crisis habitacional, pueda poner en jaque al gobierno y los intereses imperialistas.

Fuera las tropas de la ONU de Haití, que la ayuda internacional sea controlada y aplicada por las organizaciones obreras y populares.

Federico