Haití: El huracán Matthew devasta a un país devastado

La fuente de los daños y víctimas fatales supera al “desastre natural”.

@tomaseps


El Caribe se encuentra conmovido luego del paso del huracán Matthew. Matthew tocó tierra en el extremo oriental de Cuba, donde se han informado fuertes estragos materiales (en particular en la ciudad de Baracoa) pero ninguna víctima fatal. También fue afectada República Dominicana, dejando al menos cuatro muertos.


Actualmente el huracán se encuentra en la costa noreste de Florida, Estados Unidos, donde ya ha habido más de 1 millón y medio de evacuados.


Los impactos más destructivos del huracán se concentraron en Haití. El número de afectados supera los 100.000 (Rtve, 6/10), mientras que la agencia Reuters ha dado un balance provisional de 842 muertos y “cerca de 30.000 personas se encuentran en albergues improvisados en 12 comunas de esa zona (…) mientras que unas 10.000 se encuentran sin refugio” (El País, 7/10).


El enviado de la BBC asegura que “los más vulnerables (al huracán) fueron quienes viven en las chozas a lo largo de la costa occidental” y que una gran masa de los pobladores haitianos “viven en los barrios marginales que ofrecen poca protección contra los fuertes vientos y lluvias. Y muchos se negaron a evacuar, por temor a que sus pocas pertenencias que les quedan fuesen robadas” (BBC Mundo, 5/10).


El desastre social de Haití potencia los efectos del fenómeno natural.


Al mismo tiempo, si el huracán resulta una catástrofe para las masas, será celebrado por el gran capital como una fuente de negocios a partir de la reconstrucción posterior del país, como ocurrió en oportunidad del terremoto de 2010. Es decir que el imperialismo y la burguesía no sólo aprovechan los salarios de hambre en las zonas francas de la isla.


Años después del terremoto en cuestión, que dejó más de 300.000 muertos y 1 millón y medio de damnificados, solo en la capital (Puerto Príncipe), alrededores 60.000 personas no tienen hogar.


Hace años que Haití se encuentra ocupado por las tropas de la Minustah, “una tercerizada militar impulsada por los yanquis cuando se encontraban abocados a la invasión de Afganistán e Irak, y en la que se embarcaron los gobiernos ‘progresistas’ de la región (con la excepción de Cuba y Venezuela), incluyendo al kirchnerismo” (Prensa Obrera 4/2). El macrismo, que había prometido el retiro de las fuerzas, por el contrario las reforzó en abril pasado.