A pesar de la enorme disparidad de medios militares, la resistencia palestina está librando heroicos combates contra las tropas de ocupación sionistas en Nablus y, sobre todo, en Jenin y los campos de refugiados adyacentes.

Unos pocos centenares de milicianos, muchos de ellos extremadamente jóvenes, armados con fusiles y ametralladoras, enfrentan a miles de soldados apoyados por tanques, helicópteros y toda la parafernalia de la “guerra electrónica”.

Una de las acciones más espectaculares de la resistencia palestina ha sido la emboscada en la que cayeron varias patrullas sionistas en la “ciudad vieja” de Jenin, en la que los sionistas sufrieron trece muertos y varios heridos.

Los combates son encarnizados y el avance israelí, extremadamente penoso. “La resistencia en Jenin -reconoció un alto militar sionista-, es mucho más fuerte de lo que esperábamos”. Para reducirla, los sionistas están bombardeando indiscriminadamente a la población civil en Jenin, Nablus y los campos. Otras de las “tácticas” de los sionistas es derrumbar con bulldozers las viviendas desde la que les disparan los milicianos palestinos. Los muertos y heridos se cuentan por centenares. El feroz bloqueo informativo impuesto por el ejército israelí apenas permite conocer las verdaderas dimensiones de esta masacre.

En su retirada, la resistencia palestina se ha refugiado en la “ciudad vieja” de Jenin y en el corazón de los campos de refugiados, donde las estrechas y serpenteantes callejuelas no permiten operar a los tanques y los habitantes se preparan para un combate puerta a puerta, cuerpo a cuerpo, con los invasores.