Honduras: una reforma reaccionaria refuerza la prohibición del aborto

Cambios constitucionales para prevenir su legalización en el futuro. El temor a la ola verde.

El pasado jueves el Congreso Nacional de Honduras aprobó una reforma en la Constitución que busca blindar la prohibición absoluta del aborto ya vigente en el país desde el año 1982.

La iniciativa de la reforma, conocida como “Escudo sobre el aborto en Honduras” fue presentada por Mario Pérez, vicepresidente del Parlamento hondureño y diputado del partido oficialista, el Partido Nacional.

Pérez dijo que “esta reforma surge por la ola de reformas constitucionales en países de América Latina, impulsados por gobiernos de izquierda dirigidos a legalizar el aborto, como sucedió en Argentina recientemente, y eso no se puede permitir en Honduras”(BBC News, 21/1).

Pérez se equivoca doblemente. Por un lado, al atribuir el impulso de la legalización en Argentina al gobierno, cuando está claro que el motor fue la profunda lucha de años y años del movimiento de mujeres. Por otro, al calificar al gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner como de “izquierda”. Pero más allá de esto, lo que sí es claro es que el gobierno hondureño toma nota del triunfo de la marea verde en Argentina y de otros avances en la región (como la despenalización lograda en Oaxaca, México, en 2019) para promover una campaña reaccionaria en sentido contrario.

La reforma del artículo 67, que fue aprobada en un solo debate, plantea en primer lugar a impedir a toda costa, que el aborto sea legalizado a futuro. Honduras es uno de los pocos países del mundo donde la práctica de interrupción voluntaria del embarazo está prohibida, incluso en casos tan graves como violación o incesto.

Se estipula que el país centroamericano tiene una de las tasas más altas de embarazos adolescentes en toda América Latina. Aproximadamente una de cada cuatro mujeres que dan a luz, son menores de 19 años. Mientras que por otro lado, cualquiera que realice un aborto o quien ayude a llevarlo a cabo, puede llegar a recibir una condena de tres a diez años de prisión.

Por si esto fuera poco, no se trató solamente de un ataque a los derechos de las mujeres y personas gestantes, sino también para las diversidades sexuales, ya que a última hora, se incluyó reformas en el artículo 112, blindando de esta manera la prohibición del matrimonio igualitario, así como el desconocimiento del mismo en caso de que se lleve a cabo bajo las leyes de otro país.

Claro está, que este país, tiene una de las legislaciones más restrictivas de Latinoamérica. Los responsables de las modificaciones fueron un grupo de diputados del oficialismo con el apoyo de legisladores liberales. Dispusieron también que para modificar nuevamente estos artículos, serán necesarias tres cuartas partes de los votos del Congreso. Esto es una maniobra para nada inocente, puesto que es difícil para cualquier tipo de fuerza política hondureña alcanzar 96 de los 128 votos disponibles en el Congreso.

Varias organizaciones feministas junto con activistas de derechos humanos del país condenaron la aprobación y aseguraron que es una violación a los derechos de las mujeres y personas gestantes.

Los parlamentarios que aprobaron la ley son “enemigos” y “nos niegan la obligación estatal de respetar, proteger y hacer vigentes nuestros derechos sexuales y reproductivos”, denunció el Movimiento de Mujeres por la Paz Visitación Padilla, una organización defensora de los derechos (Infobae, 22/1).

El gobierno hondureño que ha impulsado este ataque contra las mujeres y diversidades es también responsable de una brutal agresión contra los luchadores y las masas. Juan Orlando Hernández, actual presidente, ha intentado avanzar en recortes masivos en salud y educación. Reprimió las protestas que denunciaron fraude en su reelección, en 2017, con un saldo de 30 muertos. Bajo su mandato se han producido también numerosos crímenes contra activistas ambientales, como el de Berta Cáceres. La situación social es tan desesperante que desde el país parten las caravanas migratorias.

Es importante que las organizaciones de mujeres y diversidades de Honduras se organicen y manifiesten en las calles en repudio a la situación antiderechos que se está desarrollando y así dar una lucha de fondo. Reivindicamos la importancia de la movilización seguido de una independencia política para la conquista de derechos y su real implementación así también  la unión de la lucha de las mujeres, los movimientos ambientales, y de la juventud con los trabajadores, para derrotar al gobierno reaccionario de Hernández.

https://prensaobrera.com/mujer/aborto-legal-la-batalla-continua-por-su-efectivo-cumplimiento/