Internacionales

26/11/2019

Hong Kong: las manifestaciones contra el gobierno se cuelan en las elecciones municipales

El pasado domingo tuvieron lugar las elecciones municipales de Hong Kong en donde las candidaturas oficialistas (pro China) sufrieron un duro revés ante los candidatos del llamado bloque “pandemócrata” quienes lograron imponerse con 388 de las 452 concejalías en juego, obteniendo el control de 17 de un total de 18 juntas de distrito.


La contundencia de los resultados estuvo magnificada por la modalidad electoral utilizada, la que se corresponde con el sistema de circunscripción uninominal, en la cual se impone el candidato más votado a cada cargo según la circunscripción. Un análisis más fino arroja que las fuerzas pro democráticas sumaron el 55,2% de los votos, a los cuales podría sumársele el 3,9% de los Independientes, mientras que la oficialista Alianza Democrática para el Mejoramiento y el Progreso de Hong Kong (DAB, por sus siglas en inglés) cosechó el 40,9% de los votos.


Otro dato significativo es la participación electoral, que prácticamente batió records. Mientras que en 2015, para las mismas elecciones, participó un 47% del padrón, en esta oportunidad asistieron a votar más del 70% de los hongkoneses.


Un escenario atípico


Las elecciones municipales de Hong Kong  suelen estar relegadas a un segundo plano, en la medida que las atribuciones con las que cuentan estos organismos son limitadas. Sin embargo, esta vez los comicios asumieron un carácter abiertamente político, a la luz de la crisis en curso.


El conflicto desatado hace ya casi seis meses, cuando la Jefa de Estado Carrie Lam, con la mayoría del Consejo Legislativo, quiso promulgar una ley de extradición que en los hechos aumentaba las prerrogativas del gobierno de China por sobre la población hongkonesa -particularmente sobre activistas, opositores y empresarios-, fue el factor predominante de las pasadas elecciones. Las mismas, se convirtieron en una especie de plebiscito a favor o en contra de las autoridades hongkonesas y de las reivindicaciones del movimiento “pro democracia”, que cuestiona dicha autoridad.


Hong Kong, no ajena a la bancarrota mundial, atraviesa un cuadro de estancamiento de su economía, con una caída del 3,2% del PBI en el último trimestre y la previsión de una tendencia a la baja. Con un 20% de la población bajo la pobreza, fuertes desigualdades sociales y necesidades elementales insatisfechas, fue abriéndose paso el malestar entre la población trabajadores y la juventud estudiantil.


La tapadera “democrática” del imperialismo


Esta conflictividad social no ha logrado hasta el momento abrirse un curso independiente, y en términos generales ha quedado encuadrada en los marcos de la agenda política que impulsan los sectores liberales que buscan un acercamiento con Occidente contrario el dominio chino sobre la región. Es el caso del Partido Demócrata y el Partido Cívico, ambos con posición dominante en el bloque “pandemocrático”, que representan los intereses de las clases acomodadas de Hong Kong y que buscan evitar la intromisión china valiéndose del imperialismo norteamericano y británico como contrapeso de este.


Las consignas del bloque “pandemocrático” se encuentran sintetizadas en las denominadas “5 demandas”: el retiro absoluto del proyecto de extradición -el gobierno ha desistido de su presentación por el momento-; investigar la actuación policial contra las protestas; cesar en la criminalización y persecución de los manifestantes; libertad de los detenidos por manifestarse; incorporación del sufragio universal -actualmente la elección de las autoridades de gobierno está sometida a un procedimiento bajo el control de China-. Los capitalistas hongkoneses no han pisado a fondo el pedal del separatismo, conscientes de que eso implicaría una declaración de guerra contra China. El imperialismo ha dado su apoyo a las protestas, pero actúa con pies de plomo.


El pueblo en la encrucijada


Sometidos a la presión del bando pro imperialista, por un lado, y de la burocracia china, por el otro, los trabajadores y la juventud de Hong Kong no han evolucionado aún hacia posiciones que le permitan intervenir de forma independiente en la actual crisis.


La central obrera hongkonesa (HKCTU) ha actuado a la rastra de las presiones de la burguesía local, dando libertad de acción para participar de las jornadas antigubernamentales, mientras se ha esforzado por no colocar en la crisis la agenda de los trabajadores


Los explotados hongkoneses tienen la urgente tarea de abrirse un rumbo independiente y confluir con la lucha de los explotados chinos, siempre en el terreno de la independencia política de clase.