Huelga en el subte de Londres

Durante 48 horas, los trabajadores del metro de Londres realizaron una impresionante huelga que paralizó la ciudad. Nuevas medidas están planteadas para la próxima semana si TFL (Transport for London) no retrocede en sus planes de ajuste, que incluyen el despido de mil trabajadores y el cierre de boleterías. Los trabajadores denuncian también que pretenden reducir el personal de las estaciones de bomberos. Piquetes de apoyo garantizaron la medida y sumaron a muchos trabajadores. La huelga fue apoyada por el sindicato de marinos y transporte -el RMT- y por la asociación de personal de transporte asalariado -TSSA. Tanto David Cameron como el alcalde de Londres, Boris Johnson, atacaron duramente a la huelga y respaldaron los planes de “modernización” de TFL, ni más ni menos que un recorte de gastos por al menos 50 millones de libras esterlinas (81,4 millones de dólares) al año. Sin embargo, la huelga encontró una gran solidaridad en los trabajadores. En el medio de un ajuste a escala internacional, los trabajadores del metro de Londres, interpelados sobre el significado de su lucha, nos transmitieron una gran conclusión: “No podemos ser la generación que pierda la pelea”.