Los integrantes del Comité de Huelga de los trabajadores de la atención primaria iniciaron el jueves 15 una permanencia en la Consejería de Salud de Madrid, para exigir al gobierno de la Comunidad una negociación seria en el conflicto que mantienen desde hace casi un mes.

El 21 de noviembre, pediatras y médicos de los centros sanitarios, nucleados en el sindicato Amyts, empezaron una huelga general para protestar por la sobrecarga laboral, que los lleva a atender entre 50 y 60 pacientes por jornada. Esto lleva a los profesionales a una situación de estrés y deteriora la calidad de la atención.

El gobierno de Isabel Díaz Ayuso (del PP) no da respuestas satisfactorias, busca el desgaste de los huelguistas e incluso apeló a provocaciones, como la difusión de audios de WhatsApp en que los trabajadores discuten las medidas de fuerza.

Madrid ya había quedado en el ojo de la atención pública internacional a comienzos de noviembre, cuando cientos de miles de personas se movilizaron para reclamar una salud pública, gratuita y de calidad. Fue en respuesta al plan del gobierno regional para reabrir los centros de urgencia extrahospitalaria con menos personal. En muchas casos, directamente sin médicos.

Tras una huelga que se extendió por casi diez días, el sindicato Amyts llegó a un acuerdo para reabrir los centros, aunque el gobierno logró imponer su postura de que más de un tercio de los mismos sólo cuenten con una enfermera y un celador.

El gobierno central del Psoe-Unidas Podemos,  que encabeza Pedro Sanchez, criticó a Diaz Ayuso por sus políticas de desguace del sistema sanitario, pero en las regiones que gobierna, los trabajadores de la salud padecen los mismos problemas.

La sobrecarga laboral desató en noviembre una huelga de diez días en Cantabria (donde gobierna el Partido Regionalista, con el apoyo del Psoe), que se cerró con un compromiso oficial de establecer un límite de 35 pacientes por jornada por médico. Además, el personal reclamó medidas de seguridad, debido al crecimiento de las agresiones durante la jornada de trabajo.

Otro reclamo extendido por todo el territorio es contra la precarización laboral, dado que hay mucho personal eventual, sin estabilidad.

En las regiones de Cataluña, Aragón,  Extremadura, Andalucía y la Comunidad Valenciana hay paros y manifestaciones del sector salud programadas para fines de este mes, enero y febrero.

Las políticas de austeridad de Bruselas y los gobiernos españoles tienen a la salud pública como una de sus víctimas predilectas. Los trabajadores organizados y la población movilizada pueden revertir esta situación. La gigantesca movilización de Madrid de noviembre, en medio de la huelga general de los centros de urgencia, marca el camino.