Más de 34.000 obreros de la Boeing –afiliados al International Association of Machinists and Aerospace Workers– acaban de comenzar una huelga indefinida. La huelga, que alcanza a la tercera parte de la fuerza laboral de la Boeing, está llamada a tener un importante impacto sobre la producción del pulpo norteamericano –el mayor productor mundial de aviones– precisamente cuando la Boeing está librando una dura batalla con la europea Airbus por el dominio del mercado aeronautico.

La huelga comenzó después de que el sindicato rechazó la oferta patronal para la renovación del contrato colectivo para los próximos tres años: un aumento del 9% y una suma fija de  3.400 pesos a lo largo de los tres años de vigencia del nuevo contrato. Los trabajadores también rechazaron la oferta patronal sobre las condiciones de la asistencia médica previstas para el nuevo contrato.

La de la Boeing se suma a la larga serie de huelgas que –a partir de los conflictos en la GM contra la ‘flexibilidad’– ha venido librando el movimiento sindical norteamericano en el último año.